03 febrero 2012

Enseñando ciencia


Ya escribí una entrada hablando de educación, de que me parecía que tenemos que cambiar los métodos: enseñar a pensar y enseñar a disfrutar aprendiendo. Hoy quiero hablar de dos proyectos que me parecen grandes aciertos en este sentido.

Del primero me enteré gracias a mi prima que estudia Biotecnología en León. El proyecto se llama Biotechnofarm: Sembrando los Biotecnólogos del Futuro y lleva en vigor desde 2009, en provincias de Valencia, Sevilla, León, Salamanca, Madrid, Zamora y Alicante.Cuenta con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología. Llevan a cabo talleres de Biotecnología en centros educativos para dar a conocer de manera divulgativa esta rama de la ciencia y a realizar ciertos experimentos como la extracción de ADN de frutas y verduras, diagnóstico forense, ensayos microbiológicos, etc. Se pretende fomentar el autoaprendizaje del alumno, así como en trabajo en equipo y la capacidad crítica tan importante en ciencia. Os dejo aquí los enlaces por si queréis más informaciçon o colaborar económicamente o de otra manera en la difusión del proyecto. 

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3pl4RkUWM5Ti_9jBt15t5eLBZMbSy9GniVZ5txZe51LQo4BghiRnHznTIiOqCuBjnZggWBnIRA_xu26uvY7uAm9UgkGZwFJM2sj64aFRftDll862zTJ7G79g6C-1lRCSli81_oYrchdEA/s1600/logo%2520biotechnofarm.png
En el segundo proyecto participé yo misma, y se llama Toca la química o también el programa Be a mentor dentro del Año Internacional de la Química 2011. Consistió en que alumnos de grado o de licenciatura de Química volviéramos a nuestros centros educativos como “profesores”. Primero en una charla de diez minutos, cuarto de hora explicábamos por qué era el Año Internacional de la Química, los orígenes de esta ciencia y su desarrollo, así como sus implicaciones en la sociedad actual. Se trataba de transmitir que es una ciencia muy útil y presentar una imagen positiva de progreso y de solución de problemas. Luego pasábamos al laboratorio para hacer experimentos científicos: con la lámpara de Aladino explicábamos las reacciones redox, con el volcán de dicromato la inestabilidad de los reactivos, con el Luminol sus aplicaciones forenses, con el jardín de silicatos la ósmosis, con el Baboplast la síntesis de polímeros. Y realmente conseguíamos presentar la química como algo divertido. Yo me lo pasé en grande...



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