06 mayo 2012

Soledad (VI)


 Ha sido José Luis Tejada el que me ha hecho volver a pensar en la soledad. Aquí dejo algunos poemas suyos (incompletos) que parecen contradecirse, pero que al pensarlos y leerlos despacio, si es preciso en voz alta, podemos sentirnos identificados con su forma de ver el mundo, de sentirse herencia de generaciones anteriores y que se prolongará en sus hijos (como en la poesía final de Miguel Hernández), y a la vez clamar a Dios por estar incompleto y que no tenga solución.

MISTERIO DOLOROSO

No hay solución. Ni a solas ni con nadie.
Somos cosa perdida.
Los besos dan más sed; lo he comprobado.
Amor va contra amor.

(…)

Uno no acaba de explicarse cómo
somos y nos movemos, solos, juntos,
tan incompletos, tan incompletables,
con tanta miseria y tanto lujo
de ciega caridad desperdigada,
incompatibles con la compañía,
no conviventes con la soledad.

(…)

INDIGENCIA COMÚN

(…)

Nos echan a la vida, hay que ver, incompletos,
a buscar por ahí medias naranjas,
a pordiosear amor. ¿No es raro?

Otro Dios que forjara menos hombres,
pero todos adultos, enteros y bastantes,
listos para comer su propia vida
cada uno sin más.

(…)

Fomentador de la mendicidad
y aún maleante Él mismo
que encabeza esta murga petitoria
con las cóncavas manos extendidas
y afuera, sin vergüenza, el corazón.

COMUNIDAD

No nací solo. Dentro
de un enjambre densísimo
se estiraron mis alas
entre el rumor vecino
de una áspera faena,
de un trajín infinito.

No me hice solo. Nadie
procede de sí mismo.

(…)

Nada me es propio. Todo
lo tengo recibido.
Soy pura deuda erguida,
simple don gratuito
desde el cráneo a la planta,
desde el pan hasta el libro.

2 comentarios:

  1. Ojalá uno pudiese leerlo completo para hallar cómo llega de una región a otra entorno a una teoría compleja como es de la soledad.

    Saludos. :D

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    1. Toedo lo saque de la antologia Desde un fracaso escribo, quiza puedas localizar algo de Tejada en Mexico...

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¿Cómo termina esta historia?