22 septiembre 2012

Cuaderno de viaje

Ayer empecé el día cayéndome y torciéndome el pie y lo acabé en Urgencias con un vendaje para el esguince. Fue un día largo, porque no quería perderme el 8º Simposio del Alzheimer, y para eso tenía que coger la línea circular de bus de Torrejón, coger el cercanías hasta Vallecas, y de ahí llegar a la Fundación CIEN (unos 10 minutos largos andando). Cuando terminó tenía que llegar al intercambiador de Avenida de América para coger mi autobús de vuelta, y eso implicaba caminar hasta el metro (1/4 de hora en vez de mis 5 minutos), hacer transbordo, etc. El autobús estaba hasta los topes, aunque la mayoría de las personas iban a Logroño, así que durante la última parte del viaje pude llevar mi pie en alto. Tenía prisa por llegar a casa, por ir al médico y dormir lo que estos días no he podido...

Iba animando al vehículo mentalmente: "Venga, corre, más deprisa". Evidentemente así no se consigue nada: las distancias no dejan de serlo por mera fuerza de voluntad. También me fijé en que todos llevaban cascos y andaban requeteconcentrados en su móvil/iphone/agenda, etc., especialmente los que tenían una edad cercana a la mía. Somos la generación de los cascos: todos aislados en nuestro micromundo, y poca gente mirando por la ventanilla, ¡y eso que había un paisaje fabuloso! Castilla llena de campos, y muchas nubes de formas tan variadas, que podían recordar a cualquier cosa, que daban sombra a la tierra, y que se alejaban de nosotros conforme yo animaba al bus a correr... He descubierto (quizá por ir en el lado derecho del vehículo) que me gusta ver la vida del revés, esperar a que pasen las señales del carril contrario y entonces mirar a ver de qué pueblos huimos a la velocidad del bus. Quizá me espera un Infierno dantesco al revés que el de los que miran hacia delante. Luego, se hizo de noche: no había luz para leer, ni batería en el móvil, el único entretenimiento era ponerse los cascos para oír música y... mirar hacia atrás en la carretera viendo las luces de los coches que nos adelantaban o que iban en dirección contraria. Por cierto, ¿visteis la Luna? Ayer estaba preciosa.

6 comentarios:

  1. ¡Cómo! ¿Vas a defender con muletas? ¡Menuda mala pata! Si es que Murphy mete el rabo cuando menos se le espera...

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    1. Me temo que no sé usar las muletas. Espero que no: pie vendado y sin muletas ;)

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  2. ¡Jolines! ¡Qué mala pata! (Nunca mejor dicho...)En fin, ¡ánimo! Tengo un mail en proceso para ti...

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    1. Ya está fenomenal: voy sin venda y sin muletas :)
      Don't worry!

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  3. ¡Ay qué faena! Espero que ya estés mejor y que hayas podido disfrutar del simposio.

    ¡Un abrazo!

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    1. Al final no fue nada. El simposio fue muy chulo, aunq me costara por motivos familiares. Gracias Luis!!

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