23 diciembre 2013

-¿De integración? Bien, gracias

Se encienden las luces tras el concierto. El Mesías de Haendel ha sido tan espectacular como venía preparada después de leer a Zweig. Es verdad que estoy agotada, la semana en el curro está siendo especialmente digamos que "intensa". Si pudiera devolver la entrada, la hubiera devuelto; pero no puedo y decido disfrutar al máximo. Aún así hay momentos en que se me va la cabeza, desconecto, y acabo en otro país lejano cercano al duermevela. Se hace tarde, y tengo 1 hora de transporte público hasta casa. Aplaudimos a rabiar: ha sido genial, y los intérpretes lo han hecho muy bien. O puede ser que no tenga ni idea y esté equivocándome, pero yo he disfrutado mucho. En la fila de delante hay un hombre que empieza a bramar: ¡¡¡BRAVO!!!, ¡¡¡BRAVO!!! Desconcierto general. Todos buscamos con la mirada a quién grita. De un vistazo me doy cuenta de que es discapacitado, por la forma de aplaudir, y porque no deja de gritar. Pienso en que su acompañante, podría explicarle cuáles son las normas protocolarias cuando se asiste a una orquesta, pero casi en seguida descubro que ha venido solo igual que yo. Y me siento unida por un vínculo extraño...que me hace sentir vergüenza no de él que expresa con gritos su entusiasmo y agradecimiento a los músicos, el coro y el director; sino a los que están sentados cerca de él que se giran con miradas de burla y risa. No tengo ni idea de cuáles son las normas del protocolo, ahora que lo pienso, pero no me parece educado marcharse del teatro antes de que salgan los músicos a quiénes estamos aplaudiendo, por mucho que tengas al lado a un ¿energúmeno? que aplaude como un ¿loco? y que grita ¡¡¡BRAVO!!! Me parece que como ciudadanos hemos suspendido una asignatura más importante que la buena educación, para que luego nos pregunten por la integración y la tolerancia con los inmigrantes, los enfermos, los discapacitados, los "diferentes". Contestemos a coro: - ¿De integración? ¡Bien, gracias!

6 comentarios:

  1. Gracias por esta historia, Dolores. Espero que los Reyes vengan cargados de tolerancia y respeto en lugar de corbatas y perfumes. Por lo que se ve, en algunos brillan por su ausencia.
    ¡Felices fiestas!

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    1. Muchas gracias a ti por tu comentario. Fue algo que me impactó y que tenía que contar pero no había encontrado un hueco para hacerlo. Te deseo también unas felices fiestas, y ojalá se cumpla nuestro deseo de regalos de Reyes, que es muy, muy necesario

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  2. Gracias por mostrarnos esta historia que has vivido. Creo que viene muy bien para reflexionar en estas fechas. Posiblemente haya sido la persona que más alegremente haya aplaudido y la que más ha disfrutado. Una de las pocas que tras aplaudir no haya criticado nada. Posiblemente la única que haya dado el aplauso más sincero. Y la sinceridad debería ser la norma protocolaria fundamental.

    Felices Fiestas 114, ¡un abrazo!
    Jesús

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    1. Gracias por comentar! Es cierto que de los comentarios se aprende: puede parecer absurdo pero no me había parado a pensar que fue la persona menos crítica y más alegre :) Totalmente de acuerdo en la sinceridad como norma protocolaria, lo que pasa es que hay muuucha gente que no sabría que hacer con ella, mucho me temo. Feliz Navidad, Jesús!

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  3. Dolo ¡me ha encantado! De situaciones como ésta nacen las mejores poesías ;)

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    1. jajaja, gracias y me alegro! Esta ha quedado como historia, otras quedan como poesía (no creo que de las mejores)

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¿Cómo termina esta historia?