06 febrero 2014

Horas de amanecer

Cada mañana
con un libro,
los colores del cielo
a las 8:30 a.m.
entre nubes
quitan el habla.
Pero yo me duermo
sin remedio de estación
de tren en estación.
¡Ay, como entiendo
que el espíritu está pronto
pero la carne es flaca!

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