26 agosto 2014

Echando cuentas...

Gracias a vosotros
no conozco la unidad:
en mi primer recuerdo
(¿real?, ¿imaginario?)
empezábamos a ser tres.
Los tres juntos aprendimos
a ser cuatro, y luego cinco.

90 metros cuadrados,
dormitorios dobles y triples,
la única mesa de estudio,
las camas que se guardan
contra la pared, aquellos
juegos interminables,
las fiestas en McDonalds,
las chuches que no tomamos.

110 metros cuadrados,
se nos hacían inmensos,
preferíamos aprovecharlos
metidos los cinco en un cuarto.

Y es ahora que ya
no nos cubre el mismo techo
que me doy cuenta
con quién comparto la sonrisa;
con quién comparto música y poesía,
quién me sorprende y admira cada día,
quién parece estar dentro de mi cabeza...

Gracias: no os elegí
pero de haber podido
seríais mis únicos candidatos.
Gracias por existir,
gracias por estar siempre ahí.

1 comentario:

¿Cómo termina esta historia?