Dada mi propensión a salir de mi zona de confort y
complicarme la vida,
lo que intento hacer es prepararme al menos lo mejor posible. No solo por
Naukas, sino por mí misma, claro. Ya llevo un taller de interpretación teatral
que reforzaré con uno de improvisación teatral en octubre; y este mes estoy
haciendo un intensivo de “Hablar en público con eficacia”. Tengo la suerte de
contar con un gran profesor con el que sobre todo nos lo pasamos muy bien, y
como desde el primer día me definí (y me definieron) como la tímida de la
clase, paradójicamente me siento protegida con esa etiqueta y me animo a
participar bastante. ¡Y me llevo muchas sorpresas!, como escuchar que no
entienden porque me he catalogado como tímida. Curioso experimento para
replicar ;)
Después de los primeros ejercicios
(presentarse ante la clase, y contar tres cosas del fin de semana), el tercer
ejercicio era hablar sobre una canción o una película y conseguir la opinión
del público (en nuestro caso la clase). Horror y pavor. No hice el ejercicio
más que nada porque no me lo había preparado… Tenía en mente intentar jugar con
el meme musical, pero me fui dando cuenta que
sin tener la idea más desarrollada era muy difícil que saliera algo potable.
Pero no me gusta rendirme… Así que tenía claro que iba a participar SÍ o SÍ en
el siguiente ejercicio: hablar sobre un libro, con un toque de efecto que sería
leer un fragmento.
Mi primer problema y más gordo era elegir un
libro, porque es como si te preguntan por tu hijo, digo tu libro favorito. ¿Cómo
elegir? Ya que existía la restricción de que tenías que llevar el libro a clase
para enseñarlo y leer un trocito, limité un poco mi lista de opciones. Claro
que así por las buenas, descartaba a Dostoievsky, Dickens, Chesterton, Miguel
d’Ors, Enrique García-Máiquez, y no sigo para no convertir esto en la entrada
interminable. ¿Y si me pasaba por una biblioteca a conseguir…? Descartado,
demasiado rebuscado. Volvamos a mi estantería: descartamos también los que
están en inglés, solo porque leer un párrafo en inglés ya es complicarme
excesivamente la vida. Hum, ¿qué tal el último de José Ramón Alonso? Me daría
pie a hacer una apología de la divulgación científica y podría hablar mucho y
bien. Pero, ¿entonces dejo de lado la poesía? Porque podría leer el
autorretrato de Manuel Machado que me ha flipado mucho…
Finalmente, y como ya sabéis por el título de
esta entrada, opté por Neurozapping. A
lo largo del ejercicio tenía que hablar del autor, del argumento del libro, y
motivos para recomendarlo, además de leer un trozo. Y esto es más o menos lo
que conté:
Hoy quería hablaros de uno de los libros que
he leído recientemente: Neurozapping.
El autor José Ramón Alonso (no sé si llegué a decir el nombre, deslices de
novata…) es neurocientífico, y además de dedicarse profesionalmente a la
ciencia, es divulgador científico y tiene un blog y ha escrito tres libros. En
este libro habla de las series de televisión de ahora y de otras épocas desde
el punto de vista de la ciencia, y sobre todo del cerebro. Por lo que aporta
una visión fresca y distinta de la que estamos acostumbrados. Os leo un
fragmento, del primer capítulo, que es justo del que surge el libro: porque el
autor después de publicarlo el artículo
en su blog, decide continuar en un libro que trate sobre las series y sus
implicaciones científicas. El capítulo se titula The Big Bang Theory y el síndrome de Asperger, que es un tipo de
autismo. El fragmento es… (otro error no llevaba marcada la página y casi no
encuentro el párrafo que quería leer):
“Sheldon tiene muchas características que encajan en un diagnóstico de síndrome de Asperger. Los realizadores han dicho que no, que lo que tiene es “sheldonismo”, pero esa negación tiene toda su lógica. Si establecieran un diagnóstico concreto para el personaje, tendrían que atenerse a ello, disminuiría gran parte de su toque humorístico (las bromas sobre alguien con una discapacidad o un trastorno no son políticamente correctas) y los guionistas perderían libertad.
Sheldon, cada vez más famoso y con más admiradores, puede ayudar a que la gente conozca lo que es el síndrome de Asperger y, ojalá, a generar una mayor comprensión y simpatía hacia las personas afectadas.”
En el
libro aparece Breaking Bad, La casa de la pradera y hasta Colombo y
su ojo biónico. He leído alguna crítica del libro (aquí
o aquí)
en el que recomiendan haber visto las series antes de leerlo para que no te las
destripen, pero mi experiencia es distinta: yo he descubierto muchas series a
raíz de leer el libro y lo he disfrutado porque es una pasada (utilicé esta expresión en
algún momento de mi exposición porque luego el profe dijo que depende de
nuestro estilo podríamos decir ¡es una
pasada! o mejor no).
Muchas
gracias por escucharme.
El
profe me dijo que a él le había parecido mi mejor exposición de las que yo
había hecho. La verdad es que no sé si logré despertar interés en mi audiencia,
realmente pienso que estaban más interesados en otro tipo de libros y que no
motivé demasiado. Pero como tenía pendiente una reseña de Neurozapping decidí hacer este experimento y luego contarlo por
aquí.
P.D.:
hoy toca aprender a improvisar, ay, ay, ay.
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