Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy veintiocho semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.
Estos días Valencia ha celebrado la fiesta de la Virgen de los Desamparados, patrona de la ciudad. Su tapiz floral de 2025 ha incluido a los voluntarios de la Dana. Así que, por ambas cosas, me parecía que se merece un Desde el barro...
![]() |
Vía |
Todos los años por estas fechas circulan por WhatsApp alguna que otra foto de la talla de la Virgen de los Desamparados "sin vestir", que a mí siempre me resulta más bonita.
Por curiosidad, busqué la imagen de la Virgen de Covadonga "sin vestir" y resulta que también me parece preciosa así.
![]() |
Vía Pinterest de Razielo PH |
Así que me planteaba qué manía tenemos en vestir, "enriquecer", disfrazar, ¿ocultar? Y se me venían a la mente los versos de Pedro Salinas en La voz a ti debida: Te quiero pura, libre, / irreductible: tú.
Para vivir no quieroislas, pala decios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».
Luego encontré este artículo de Montserrat Escribano donde me gusta cómo usa el verbo colmatar: historia mariológica que se ha ido colmatando a lo largo del tiempo en torno a su figura.
Escribe Montserrat Escribano:
Aquella mujer joven de la que se esperaba solo lo previsto interrumpió el tiempo dado y fue el kairós de la divinidad. María de Nazaret con su sangre, leche, cuerpo y deseo fue encarnación de lo imposible, de lo incómodo y de lo que desestabiliza. Su propuesta vital sigue siendo hoy una invitación para que sigamos sobresaltadas: ¡Hágase!
La verdad es que me cuadra que la María del Evangelio de Lucas se despoje de los trajes, señas, retratos, nombres, rótulos, historias, y se levante y ponga en camino de prisa hacia la zona cero de la Dana a despejar calles, quitar barro y lo que hiciera falta. Una María que en este Evangelio proclama en el Magníficat que su Dios derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
El grupo Elevation Worship canta en Same God (Mismo Dios): I'm calling on the God of Mary whose favour rests upon the lowly (Yo clamo al Dios de María cuyo favor está con los humildes). Y con su canción cierro estos breves apuntes sobre la patrona de Valencia.