Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy diecinueve semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.
Esta semana voy a romper bastante la tónica de Desde el barro... Hay varios motivos. Quizá el primero es que he vuelto a escribir poesía a partir de la DANA y este (a)poema, aunque no trate del barro, para mí forma parte de la misma corriente que me lleva arrastrando desde el pasado 29 de octubre.
El segundo es porque recordé el artículo de Dolores Aleixandre en el que menciona a los niños marcados por el sello del caos, como los que nacieron la noche de la Dana. Mi sobrino Nacho también nació "marcado". Una amiga me hizo un retrato de la foto en la que salgo sosteniéndolo en brazos al poquito de nacer. Contemplándolo me saltaron los recuerdos de su primer año de vida con tantas preocupaciones y sustos. Finalmente todo acabó saliendo bien (habiendo estallado todo pronóstico en pompas de jabón) y este último 8 de marzo, nuestro querido Nacho cumplió tres añitos, aquel bebé que se hacía bolita.
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Obra de mi querida amiga Lourdes Ferreras (en Instagram la encontraréis como dracomuscart). Por privacidad del menor tapo la cara de mi sobrino. Ya lo siento porque es lo más bonito... |
EL BEBÉ QUE SE HACÍA BOLITA
Quién nos iba a decir que ese bebé,
guapo a rabiar, nos tendría meses al filo
de la desesperanza.
Porque solo eras un bebé
que se hacía bolita,
acurrucado en nuestros brazos.
Los mismos
que querían protegerte de las amenazas
de un diagnóstico cierto,
despiadado, inexorable.
Quién podía prever que serías Tati
y luego Nachetín
(los nombres más bonitos
te los ha llamado tu hermano).
Porque quién iba a saber que cada
sonrisa sería pícara con esa
forma tan tuya de jugar con la lengua.
Y, mírate ahora,
el bebé que se hacía bolita
cumple tres años, habiendo estallado
todo pronóstico en pompas de jabón.
Fíjate qué de aventuras…
¡Y quién lo diría solo viendo
al bebé que se hacía bolita!
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