12 agosto 2013

Un diario muy peregrino

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5 de agosto de 2013

Cogemos 'el tren del Oeste' que tarda unas 10 horas en dejarnos en Sarria. Estamos cansados, aunque más que por el viaje por los gritos en nuestro vagón. Nos reciben en el albergue con un "¡sois los últimos en llegar a casa!". Y además somos los más animados bebiendo orujo (cortesía de la casa) y cantando con la guitarra,

6 de agosto de 2013

El primer día de Camino toca familiarizarse con la mochila: jugar con las cintitas, a ver de qué manera resulta más cómoda de llevar.
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Tenemos prisa por acabar la etapa, hemos venido en temporada alta, y cuesta encontrar sitio en los albergues.

Primera visita a la farmacia: ¡qué barbaridad!: venden remedios para todo. Y más fuerte aún, es que todas esas chuminadas funcionan bien.

7 de agosto de 2013

Llueve a las 7 en punto de la mañana en Portomarín. Entre la esterilla y el poncho impermeable parecemos Quasimodo recién salido de Nôtre-Dame.
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Casi al final me dice una peregrina: "Excuse me, you are bleeding...". Y tiene razón.

Conseguimos tres camas en Palas de Rei, y apenas puedo auparme a la litera de arriba :O

8 de agosto de 2013

El proceso de calzarse las botas hoy incluye evndarse los pies a base de Compeed. A lo largo del Camino, aprendo anatomía según me van doliendo músculos que ni sabía que existían. Toca la etapa más larga y se nota.

9 de agosto de 2013

A pesar de la carnicería de mi pie derecho, hay que ponerse de nuevo las botas carniceras. Aún y todo, caminamos deprisa ¡y hasta nos marcamos una carrera sprint para conseguir plaza en el albergue de Pedrouzo! 

Me entero de que están operando a mi abuela. Preocupación: estoy más en Pamplona que en la cola de peregrinos.

10 de agosto de 2013

Antes incluso de levantarse un único pensamiento obsesivo: Santiago. Parece increíble llegar y cumplir todas las promesas cuasi-arrastrándose. Mañana volvemos a casa. 

Tengo la idea de hacer Roncesvalles-Santiago en un año jacobeo, aunque siempre con la voz de mi conciencia diciendo ¿cómo, si casi no llegas solo con 111 km (que ya podían haber sido 114, jajaja)?
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2 comentarios:

  1. Menuda valiente! Que se mejore tu abuela, mándale recuerdos.

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    1. je! Más bien loca: ¿quién se plantea hacerlo cuando es anti-deporte? Mi abuela se va recuperando muy bien :D

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¿Cómo termina esta historia?