11 octubre 2013

Dedicatoria válida para cualquier época

Soy el antihéroe de mi propia vida.
La ley de Murphy se escribió
punto por punto pensando en mí.

No necesariamente ha de ser un hecho
deprimente. Me hago reír a carcajadas.

Cuando invento historias
a partir de retazos que, combinados,
no tienen ningún sentido,
salvo en mi cabeza.

Cuando estoy tan concentrada
que hablo sola por la calle, y no
reconozco las caras de la gente.

Cuando me paso de parada o me bajo una antes.
Cuando me pierdo por los caminos de siempre.
Cuando salgo de la tienda sin haber comprado
lo único que iba a buscar.

Cuando aprieto los botones
de todos los pisos en los que no vivo.
Cuando confundo mi reflejo en el espejo
con otra persona.

Cuando pienso algo con tanta fuerza
que estoy convencida de haberlo hecho.
Cuando pierdo libros, calcetines,
guantes y paraguas, y miles de bolis Bic.

Cuando me tropiezo en cada banco
y en cada esquina. Cuando me entra
la pájara si corro para que no se me escape
el autobús, y encima me tuerzo el tobillo.

Cuando piso el único charco de toda la acera.
Cuando considero que meterme por el
embarrado es la opción más corta.

Cuando implemento mis malas ideas,
y ensucio la cocina a base de
experimentos fallidos.

Cuando me tiro el café por encima,
o me mancho de grasa, o destiño
mi ropa. Cuando tiro el tupper
no ya de mi comida, sino el de otra persona.

Cuando me tiembla el pulso
como si tuviera Parkinson
en un momento que requiere
máxima precisión.
o al subirme a un escenario.

Cuando tartamudeo, y no digo
en público lo que me había preparado.
Cuando digo lo más inoportuno.
Cuando me encabezono y estoy ciega
a lo que los demás razonan.

(Me) repito: No necesariamente ha de ser un hecho

deprimente. Me hago reír a carcajadas.

8 comentarios:

  1. Fascinante empleo de los usos y costumbres cotidianos para ejercer una poesía sincera.

    :D Saludos \o

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    1. Muchas gracias! Ya sabes que a mí escribir me sirve para "desnudarme" y no tanto para jugar al escondite o a los acertijos de Herta Müller ;D

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    2. Sin embargo, lo haces en otros poemas. Es inconsciente.

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    3. jajaja, ¿seguro? Igual sí ;D

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    4. Cada quien oculta en lo cotidiano, lo particular,
      una poca de vergüenza, grandísima insatisfacción.
      Presumimos lo inmediato, la hermosura del Sol,
      la alegría de cada tarde, sin embargo al anochecer
      obscurecen los aires y la atmósfera es propicia
      para tener libertad, aguardando aquellos demonios
      el pecado y la tentación, nocturnas, a salir
      de sus cuevas también obscuras, y así
      atormentarnos en los sueños, «regalarnos» pesadillas,
      satisfacer la lujuria de una villana vida.

      Y la vida es sueño, amiga, la vida es sueño,
      no me lo negarás, que tú misma has narrado
      el anhelo de libertad. Que tú misma has cantado
      no lo grandioso en las nubes, en los truenos, la flor,
      ni el rocío matinal que en los pétalos aguarda,
      sino el brío de la negrura, lo que en la vida
      nos mueve más, nos mortifica, nos lleva
      nuevamente a soñar para eludir todo el tormento.
      Amiga, son los secretos los que nos llevan
      en la inconciencia a delirar que existe
      una vida plena, algo por no ocultar,
      las palabras estocando la diablura o la negrura,
      tú dime ¿qué es la inocencia si no algo fugaz?

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    5. Sí, coincido 100% con tu poema (que te agradezco mucho), aunque este último año he descubierto que hasta en las noches más oscuras brilla la Luna, y no me canso de mirarla ni de admirarla, ni de escribirle poesías, y siempre es capaz de arrancarme una sonrisa :)

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    6. Exacto, «...nos lleva nuevamente a soñar para eludir todo el tormento...» :D

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    7. Muy necesario ese sueño, y sobre todo no despertar de él

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