19 noviembre 2024

Desde el barro #1: El Dios de barro

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy tres semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

La imagen del Cristo de Paiporta me impelió a volver a los versos, así que dado que es mi primer (a)poema en mucho tiempo, aquí lo dejo en esta primera entrega de Desde el barro.





EL DIOS DE BARRO

El Dios de barro no es un ídolo

de oro (con pies de barro). No, el Dios

se hizo barro porque es alfarero.


Eligió enfangarse la garganta,

descabezarse y dejarse arrastrar

por la riada que anegó su pueblo.


Eligió enterrarse en el lodo y que

lo encontraran al drenar las calles,

al achicar agua y barrer mierda.


Eligió intoxicarse de escombros

en el transcurrir de los días

sin que llegara ayuda, incomunicado.


Eligió no protegerse, no usar

mascarilla ni desinfectante

en la rebosante alcantarilla.


Eligió la mugre, el hambre, la sed,

la enfermedad y la angustia,

la soledad, pobreza: la muerte.


Pero eligió mi pala y a mi gente

quitando el lodo, solo una gota

del infinito océano de fango.


Así, el Dios de barro se nos hizo

presente en medio del cieno y trajo

esperanza en nuestra catástrofe.


Y os regalo esta otra imagen porque el poema me ha gustado más que lo que yo he escrito.



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