Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy treinta y siete semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.
Dándole vueltas a mis canciones favoritas sobre memoria y recuerdos, se me ha venido esta otra a la cabeza que no necesita la temática recurrente de Desde el barro para que la conecte inmediatamente con la DANA.
Según Las Provincias:
La dana dejó 1.100 kilómetros de la red local de carreteras afectadas, 154 puentes y 218 pontones con diferente grado de afectación.
Y, sin embargo, la dana también nos dejó el 'Puente de la solidaridad' porque, como canta Vetusta Morla: los puentes que nos unen no están hechos de madera, nunca arden, no colapsan, no los hundirán con piedras.
Sí, los puentes que nos unen nos nacen de las manos: las que fueron a limpiar y a reconstruir desde el primer día.
Esos puentes son abrazos que llevaban mucho ahí cuando llegamos.
Porque los puentes son un verso de este salmo desde el barro y cada uno de ellos seguirá aquí tras nuestra partida.
Aprovecho para avisar de que las próximas dos semanas no habrá entrega de esta serie. Podría dejarlas programadas (como de hecho ya las tenía...), pero, ya que me voy a desconectar de las redes ese tiempo, desconecto también el blog estos días. Ojo, la memoria de las víctimas y de lo sucedido el pasado 29 de octubre no la desconecto... Solo que estas dos semanas la vivo en silencio.
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