12 agosto 2025

Desde el barro #37 Y llegaste, Pablo

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy cuarenta y una semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

A finales de esta semana (D.m.) podré al fin coger a Pablo en brazos. Y, cómo no se me nota nada la emoción que siento [seguro...], comparto otro (a)poema, escrito poco antes del 11 de julio. Ojalá todos tuviéramos cerca "un Pablo", y no me refiero necesariamente a un bebé de apenas un mes, sino a aquellas personas que solo mirarlas nos llenan de esperanza de que las cosas irán a mejor, ¡tienen que ir! Porque en un mundo post-DANA pienso que es lo que necesitamos (a quienes necesitamos).

Para expresar esta idea y, conectándolo con los latidos del (a)poema de la semana pasada, me parecía muy adecuada la ilustración Tatuatge de mi amiga Lourdes Ferreras. Se puede adquirir como regalo solidario en formato digital en la web de CorAvant AACIC, donde también encontrarás las palabras con las que la artista explica esta imagen.

Vía CorAvant AACIC




Y LLEGASTE, PABLO

Lc 10, 1-20

Y llegaste, Pablo.
Solo un obrero de los setenta y dos,
cordero entre lobos disputándose a
dentelladas un palmo más de tierra
y de recursos: caiga quien caiga, sean
hombres, mujeres, niñas, niños,... bebés.

Y llegaste, Pablo.
Sin portar bolsa, alforja ni sandalias
-desnudito, desnudito-, la pura
imagen de la impotencia humana.


Y llegaste, Pablo.
Con tus lloros hambrientos anunciaste
"paz a esta casa", aunque habites ahora
un mundo desquiciado y explotado.

Y llegaste, Pablo,
vendando corazones desgarrados,
recordándonos que el reino de Dios
se presenta también hoy-aquí-contigo.

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