Para
entender esta ida de olla, quizá compense leer las anteriores entradas sobre el
tema, empezando por la discusión en el blog de ¡Jindetrés sal!
Hemos
tenido aportaciones interesantes desde la bioética, la filosofía, la biología y
la ciencia en general. Para tratar de contestar a la afirmación de Oskar HR: ¿Por qué tenemos que seguir una ética
para los humano o protohumano y no para el resto?, esta vez utilizamos un enfoque distinto.
(Vía) |
La
conclusión final de Calcagno y Fuentes, al recoger a modo de resumen las
coincidencias entre los expertos consultados, es la imposibilidad de demarcar
claramente a los humanos de los no humanos en un sentido evolutivo, incluso
aunque existan diferencias claras entre humanos y nuestros parientes cercanos
hoy en día. Tras señalar esto, destacan dos características que les parecen
comunes a la opinión de todos:
En
primer lugar, los humanos se caracterizan por una completa y desarrollada
teoría mental, con capacidad de para un lenguaje flexible; y la realidad
simbólica y global de la cultura.
En
segundo lugar, y como un resultado directo de nuestro primer punto, somos
animales bioculturales. La evolución humana no es simplemente un proceso
biológico ya que nuestra biología no puede entenderse fuera de la realidad
cognitiva y cultural, viceversa: la cultura no puede ser completamente
entendida sin la biología.
Pollard
señala que a nivel genético no hay una diferencia clave, ni los seres humanos
han tenido una evolución rápida. Podría apuntarse a qué pequeños cambios tienen
un alto impacto en la morfología de nuestro cerebro y de la bipedación, o bien
postular la hipótesis de que la diferencia está más bien en los cambios
epigenéticos (segundo nivel de información de nuestro genoma, que regula la
dotación de bases de nuestro ADN).
(Vía) |
Calcagno
y Fuentes, a diferencia de Weiss, (no hay que olvidar que son ellos los que
realizan la pregunta), consideran que se trata tanto de una cuestión humanista
como científica.
Campbell señala, más bien,
que “los humanos pertenecen a grupos con praxis y creencias compartidas”,
en lo que “se puede profundizar solo señalando la manera en qué nuestro cerebro
las genera como consecuencia de nuestro pasado evolutivo.”
(Fuente) |
1.
El comportamiento simbólico, que es la
capacidad de crear mundos alternativos, de considerar el pasado y el futuro, de
imaginar cosas que no existen (Seyfarth y Cheneye).
2. El
lenguaje: el único lugar del proceso comunicativo que permite a los humanos
comunicarse no solo sobre situaciones
próximas, sino también sobre el pasado, el futuro, y las cosas distantes e
imaginadas, permitiendo compartir y pasar nuestros símbolos a futuras
generaciones (Seyfarth y Cheneye). El lenguaje, por tanto, constituye la base
de nuestra pro-sociabilidad. Sería una consecuencia de nuestra propensión a la
imitación, y el cimiento de la homogeneidad cultural. Al final de lo único que
puede presumir el ser humano es que es capaz de tomar las decisiones que pueden
preservarle a él y a su ambiente, o bien, destrozarlo (Cartmill y Brown).
(Vía) |
4. A
nivel anatómico, Campbell analiza las diferencias de nuestro cerebro,
remarcando el hecho de “que ha evolucionado bajo la presión social de hacernos
individuos conscientes de sí mismos”. El gran tamaño del cerebro humano se debe
principalmente a la función del área cortical que se ve incrementada.
La
mayor parte del córtex sirve como área de asociación, integración de los
estímulos sensoriales que pueden ser usados por el córtex pre-frontal para
tomar decisiones. Muchas características de otros individuos y del ambiente se
pueden usar para discriminar situaciones sociales y ayudarnos a elegir una
respuesta.
La
amígdala humana, asociada con lo emocional es mayor que en otros homínidos. La
ínsula, una pequeña región cortical entre los lóbulos temporal y frontal, es de
particular interés por su papel en integrar la emoción y la sensación somática.
Sin embargo, otros descubrimientos indican que además de la integración de
sensaciones del cuerpo, la ínsula también integraría señales sociales externas
incluyendo el sonido y el tacto. En contraste, en el macaco Rhesus, las
neuronas dentro de la ínsula responden a llamadas específicas de la especie,
pero no a otros sonidos.
Los
estudios de neuroimagen recientes han mostrado que la ínsula se activa en el
caso de exclusión social, así como de desigualdad social. Parece que nuestro
cerebro anticipa el pertenecer a un grupo basándose en la igualdad como
condición defecto y cuando esta expectativa se viola la ínsula siente amenaza. Esto
es perfectamente compatible con nuestra historia evolutiva de
cazadores-recolectores dependientes de cada uno de los otros para la
supervivencia. La opinión de Campbell coincide con la Hrdy: “Si es así, mucho
antes de la evolución del comportamiento de humanos capaces de pensamiento
abstracto y lenguaje, e incluso antes de los modernos y grandes cerebros, los
homínidos emocionales, que ya eran psicológicamente distintos de otros simios,
pueden haber sido ‘probados’ en la participación intersubjetiva.”
(Vía) |
5.
Para Hawkes, el hecho determinante son
que las abuelas se ocupaban de las crías, ya que la pro-sociabilidad está
presente también en otros simios. La reducción de la mortalidad adulta habría
disminuido entonces el riesgo de morir antes de reproducir, favoreciendo la
madurez ‘tardía’. Nuestra característica longevidad post-menopáusica ha sido
reconocida como la principal clave de la evolución. En realidad, la diferencia
no radica propiamente en la menopausia, sino en el envejecimiento somático más
lento.
6.
Rosenberg se centra en dos aspectos de
cooperación que son consecuencias: la asistencia durante el trabajo (y, más
generalmente, el apoyo de las madres durante el embarazo, parto y lactancia) y
que los recién nacidos están indefensos.
El parto humano es ‘complicado’
ya que los bebés, como resultado de las adaptaciones pélvicas a las
restricciones de la bipedación y encefalización.
Abrimos así el debate, y ya seguiremos pedaleando si os apetece ;)
Este post participa en la II Edición del Carnaval de Humanidades alojado por @scariosHR en el Blog LEET MI Explain
Abrimos así el debate, y ya seguiremos pedaleando si os apetece ;)
Este post participa en la II Edición del Carnaval de Humanidades alojado por @scariosHR en el Blog LEET MI Explain
Por cierto, mi héroe no podría ser otro que este: que aprendió la cultura en sesiones intensivas según Disney (vía)
Me ha gustado la entrada en si. Amplia la información de la que hemos estado hablando en los últimos meses pero te voy a ser sincero (bueno... directo porque sincero lo soy simpre)Me parece una forma de plantear las cosas un tanto farragosa. El hecho de que numeres que es lo que nos hace humanos no contesta a mi pregunta. Si la defensa para tener un ética especial para humanos y los estudios científicos que con ellos se hacen es... que somos humanos... menos mal que la ciencia no la hacen los pandas.
ResponderEliminarA que me refiero? pues a que no podemos decir que necesitamos de una ética especial para los estudios que se hacen con humanos simplemente porque somos humanos y como yo mismo me lo guiso pues yo me lo como. No creo que haya discordancia en lo que a humano se refiere. Te podría dar muchas mas definiciones biológicas y estarían todas de acuerdo con las definiciones sociales y humanísticas... no se trata de eso. Se trata de que como somos nosotros los que hacemos investigación y los que ponemos definiciones... pues nos aplicamos a nosotros mismos algo diferente, claro, porque como somos la cúspide, ¿Verdad?.
Asegurar que se necesita una norma diferente para humanos es decir que el humano es superior. somos los especiales, los geniales, los pensantes, los que tenemos lenguaje verdad? Sin embargo parece que esto cambia con el tiempo. En tiempo de Darwin y Wallace... la ética humana solo se podía aplicar a las razas descritas como superiores. Los aborígenes y los nativos americanos tenían un grado menos y ya no hablamos de los nativos australianos (los pobre no eran mas que un animal renegrío).
A los pocos locos que se les ocurrió que todos eramos iguales y por ende humanos y la ética y derechos era para todos... eran unos locos.
Pues yo y otros tantos somos ahora los locos que decimos que no nos gusta una ética especial para trabajar con humanos. No me parece mas rechazable trabajar con embriones humanos que hacerlos con embriones de rata. No me parece mejor probar medicamentos en perros o cerdos que en humanos (amén de que es menos reproducible y no sabemos que podría pasar en humanos).
No nos importa que se trabaje con líneas celulares de otros animales aunque las conclusiones sean peores... pero luego no queremos efectos secundarios por tomar medicamentos. Nos parece mal donar los órganos y nos horroriza no tener un donante si nos vamos a morir...pero por dios que no sea un rizón humanizado con células madre en un cerdo... eso nunca.
Pues va a resultar que si.. que tenemos una doble y hasta una triple moral respecto a muchos temas.
Estamos de acuerdo en lo que es humano, de eso no cabe duda. Pero dejemos a la ciencia trabajar con células humanas y conseguir avances... y ya luego nos planteamos si lo usamos o no. Pero que no sea un político sin conocimiento científico quien decida eso. Que quien plantee dudas respecto a trabajar con células madre o embriones me demuestre primero que sabe mas de la ciencia que quien ha creado esas técnicas o quien ha descubierto el funcionamiento.
Mi pregunta sigue sin ser contestada y no quizá no busque respuesta sino mas bien incite a reflexionar ¿Porqué una ética aparte para humanos? si los pandas hicieran ciencia ¿Tendríamos una ética diferente para ellos o la tendrían ellos para con nosotros?
Felicidades por la entrada Uuq y perdona una vez mas por mis parrafadas.
Muchas gracias por el comentario tan currado! Como no me he "mojado" en el post, lo haré en el comentario. El hecho de enumerar, es una mala costumbre que tengo cuando hay demasiada información..., jaja: así que fue la manera de organizar los diversos artículos del estudio.
EliminarNo tengo muy claro que seamos la cúspide: genéticamente, evolutivamente y (por lo que veo) tampoco antropológicamente no lo parece. Supongo que el hecho "diferencial" está en ser autoconscientes (que nos hace ser todo lo demás y creernos en la cúspide).
Me alegro de no estar en la época de Darwin y Wallace, aunque espero que en un futuro mejoremos en nuestro trato a los animales, y yo espero que antes con los embriones.
Intentaré redactar más sobre la biología de las técnicas de reproducción asistida, que me lo he trabajado bien desde la biología, jeje, y también me pondré a ello con las células madre. Y sí, pienso como tú, en que no se trata de imponer sino de generar debate y fijarnos en lo que no está de moda pensar ya sea por ideología/creencias/(y peor aún)economía.
Tenlo claro, Uuq. No estamos en ninguna cúspide:
Eliminarhttp://www.zo.utexas.edu/faculty/antisense/tree.pdf
Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/David_Hillis
Interesante entrada.
Salud!
Gracias por los links, especialmente el 1º, qué guay!
EliminarPor cúspide me refería solo al hecho de que seamos los únicos auto-conscientes: eso de que nos podamos cargar todo o "arreglarlo". Pero Carlos Chordá ya habló en la Semana de la Ciencia de que el Diseño Inteligente ya podía habernos dado los ojos del pulpo que son mucho mejores xDD. A mí me mola esto: http://www.onezoom.org/ que encontré vía Ciencia Explicada
me alegro de haber servido de inspiración/vía para encontrar la fuente. Es un estudio y un debate muy interesante. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por comentar: tienes razón, es un debate y estudio muy interesante :)
EliminarInteresante tema. A mí me gusta la definición de hombre que da Platón en Leyes 903 c:
ResponderEliminar"Un ser capaz de dirigir su mirada hacia el todo".
Muy buena definición! Solo he leído un par de Diálogos platónicos, creo que voy a seguir leyendo a Platón :)
Eliminar¿Sabes otra cosa que distingue a los hombres de los animales? Somos los únicos que podemos prometer, y que tenemos la capacidad de crear mundos irreales con el lenguaje. La famosa "deixis ad phantasmas" de Bühler, n.n
ResponderEliminarMuy interesante el post.
Como ya te dije ayer: se te echaba de menos! Perdona mi incultura, tendrás que explicar (aquí o en tu blog) a Bühler :)
EliminarEn cuanto al resto, me parece que está implícito, pero gracias por matizarlo!
Todos los aspectos que mencionas poseen su carácter simbólico o físico. Todo, la cultura, el lenguaje, etc., es simbólico. A la vez, el cerebro sustenta físicamente dicho carácter. Creo que nos ocurre con lo de «humano» lo mismo que con las partículas subatómicas y su dualidad onda-partícula. En este caso de humanidad, entendemos relativamente bien el carácter simbólico y el carácter biológico del humano, pero por separado. Juntarlos es lo que parece inconcebible. Hace falta encontrar la clave que nos ayude a conjuntar ambos aspectos de una forma comprensible. Pienso que eso será el reto más difícil de todos.
ResponderEliminarInteresante punto de vista con el que creo que concuerdo. Sería interesante conseguir esa "tercera cultura". De momento, te dejo una cita que me parece adecuada y muy buena: Pascal decía que el hombre es una caña que piensa. "Somos insignificantes seres efímeros en un planeta de tercera de una galaxia de arrabal" (...) La grandeza del hombre no estriba en su magnitud, sino en su capacidad para entender el universo, y en su caso, encararlo. (del poeta Enrique García-Máiquez)
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