16 julio 2018

Tú socializas, yo DEPENDE

Vayan por delante mis disculpas a los que, alguna o varias veces, no he respondido ya sea por e-mail o por teléfono o en la vida 1.0 misma. 
Vía

Y es que hay momentos (puede que temporadas) en que las fuerzas se me van en sobrevivir y no me quedan para socializar. ¿Aunque sea un simple whatsapp? Aunque sea un simple whatsapp. Tened en cuenta que cuando estás hecho una mierda, la pregunta qué tal puede ser agobiante. A nadie, creo que ni al más victimista, le agrada tener que repetir en mil ocasiones que se encuentra mal. O bien mentir diciendo que se encuentra bien. Todo tiene un límite. Y no, no exagero al hablar de mil veces: ya solo una puede significar un esfuerzo insoportable. Además, en este mundo globalizado probablemente será más de una porque ¡adivina qué!, desconectarse es muy difícil. Y hay gente que se mosquea si te ve conectada en redes sociales y no le respondes. Pues, puede que nunca te conteste si nunca encuentro esas ganas y fuerzas que me hacen falta. O puede que tarde unos días. Bueno, ya te he pedido perdón, no insistas porque es peor... Puedes hacerme llorar o encerrarme en mí misma mucho más. No creo que sea tu intención pero (me) pasa.

En estas épocas suelo rehuir fiestas y reuniones. Me siento más a gusto en grupos reducidos, con personas conocidas que no me van a suponer ningún reto extra o al menos este esfuerzo no será insoportablemente insoportable. Siento si te doy plantón a última hora. Puede que haya intentado engañarme hasta el final y luego quedarme hecha polvo por no haber conseguido ir. Puede que vaya y acabe desesperada, hasta llorando, porque también me siento mal cuando veo lo fácil que sale socializar a los demás y a mí me cuesta la vida. 

Sí, me viene bien salir de mí misma, salir a la calle, encontrarme con gente... Pero no siempre soy capaz. Respeta mis tiempos. Créeme que lo estoy intentando. Puede que cuando menos te lo esperes contacte contigo para pedirte un paseo, un helado o un café. Bueno, café no tomo, será más bien una Coca-Cola o una birra si las pastillas están más o menos bajo control y me lo permiten.

Para ser yo misma y hacerte reír, necesito mi espacio, sentirme cómoda y sobre todo segura. No siempre puedes asegurarme estas condiciones. Puede que me veas cacharreando con el móvil. Es mi pantalla para protegerme del mundo.

Gracias. Por estar ahí, por apoyarme, por tratar de entenderme. De corazón.




2 comentarios:

  1. Últimamente estoy "dando me gusta" a muchas cosas tuyas que he leído (sigo tu blog desde hace bien poco) y he de decir que leerte me está ayudando a reflexionar. No quiero caer en la arrogancia de pensar que te entiendo, pero encuentro patrones parecidos en mi vida y me siento identificado de alguna manera.

    Me conformaría con pensar que creo que puedo llegar a entenderte. Te mando un abrazo, si quieres. Estoy en Pamplona, así que es muy probable que podamos encontrarnos cuando vengas por aquí.

    Por cierto, si das con mi "blog", desde hace mucho que no hace ninguna función aparte de servir como perfil para publicar comentarios y ésto solo de vez en cuando. Alguna vez pensé en utilizarlo para hacer terapia, o solo para ordenar ideas, pero eso nunca ocurrió.

    ~~ Juanjo @juanjoitab en Twitter

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Juanjo, gracias por pasarte por aquí y tu amable comentario. Me encantó conocerte en Pamplona. La verdad es que ahora estoy en buena "racha" y socializar no me cuesta tanto, como quizá pudiste notar... ¡Tengo que aprovechar!, que nunca sé cuánto puede durar. Normalmente voy a Pamplona a ver a la familia, con poco tiempo, pero intentaré sacar un hueco de vez en cuando para quedar :)

      Eliminar

¿Cómo termina esta historia?