24 agosto 2012

Verano de cine

Empecé el verano viendo películas de mucho nivel. No voy a hacer un análisis de ellas, porque carezco de las nociones mínimas, para entender de cine. Quizá puedo tirarme de la moto en poesía y en libros (que me mate Galleta) o arriesgarme en materia de evolución (guiño a Leti y a Oscar HR), pero en cine me guío solo y exclusivamente por mi estado de ánimo al verlas. Si quieren crítica de categoría, pueden pedírsela a mi amiga.

The Artist
(Vía)


Volviendo al blanco y negro y al cine mudo, sinceramente fantástica retomando todos los viejos tópicos: el lunar sobre el labio, el enamoramiento a primera vista, las películas a lo Indiana Jones, y el drama a lo Cantando bajo la lluvia. Uno se encariña con los protagonistas que tienen unos defectos demasiado palpables (¿todavía no había técnicas para ocultarlos?). A mi modesto modo de ver, lo mejor es el sueño "a sonido" del protagonista. Y pecaré de romántica, pero me quedé con las ganas de que las primeras palabras "en sonido" no fueran un te quiero... jeje

Maktub

(Vía)
Lo cierto es que, salvo contadas excepciones, no me gusta el cine hispano. Las voces me parecen risibles (comparables a la telenovela), y los personajes como haciendo teatro... Sin embargo, está es una peli que recomiendo. A pesar de que trata temas muy fuertes como el sufrimiento, la muerte, la crisis de una pareja, una madre soltera, (y no sigo que se la acabo destripando entera)..., la sorpresa está a la vuelta de la esquina. Quizá porque el protagonista-niño es impredecible, mientras que el protagonista-adulto es todo lo contrario: un patoso obtuso y cuadriculado. Cada personaje tiene un sentido (Maktub) aunque hasta el final no encajen todas las piezas: es lo que tiene la palabra que le da título.

Intocable

(Vía)
Francesa. También, como en el caso de Maktub, nos enfrenta a dos personajes con distinto origen y nos mete de lleno en el mundo de la inmigración, de las drogas, de la enfermedad y del sentido de la vida. El humor puede parecer (a determinados frentes) chabacano, pero si se mira con otros ojos, pienso que nos podemos reír "sanamente" de las ocurrencias de Driss. Como contrapunto a Mar adentro de Almodóvar, se nos presenta una visión positiva de la minusvalía, de las carencias y de aquello que no se pierde nunca. Quizá sería interesante verla para todos aquellos que defienden el supuesto eugenésico en el aborto. Philipp prefiere una enfermedad, una vida a medias por...

La guerra de los botones

Y otra más francesa. Conmovedora porque se trata de problemas de niños. Algunos grandes porque ya han crecido, pero no pasan de ser las rencillas entre dos pueblos vecinos, las rivalidades de chicos de la edad por conseguir los amores de la chica guapa y nueva, el chico más fuerte y líder que es un desastre en los estudios, el maestro que conoce a sus alumnos mejor que nadie, la guerra que tiene a los padres fuera de casa, la brutalidad en las peleas de niños y la lealtad entre ellos para vivir las humillaciones, los castigos o lo que haga falta. 
(Vía)

4 comentarios:

  1. Yo sólo he visto la primera y la última. Tengo ganas de ver las dos de en medio, pero aún no ha habido ocasión.

    The Artist me gustó mucho. Las películas no me apasionan, pero ésta me sorprendió. Igual porque, al saber que era cine mudo, iba con muchos prejuicios que se me desmontaron enseguida. Creo que la historia en sí no da para mucho, pero es la técnica la que enamora (al menos en mi caso).

    La guerra de los botones me pareció entretenida y tierna, pero el argumento tampoco daba mucho de sí, y al lado de Los chicos del coro, cualquier cosa se queda corta...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por comentar: coincido contigo en The Artist, pero no en la guerra de los botones: ¡para mí mejor que los niños del coro! (quizá porque esta última la vi en peores circunstancias o porque al fin y al cabo su final resulta un poco decepcionante frente al final tierno de los botones), jeje.

      Eliminar
  2. He visto las dos primeras y la verdad es que me han gustado, más Maktub ya que, como dice Sir Lancelot, The Artist enamora más por la técnica que por el argumento que una vez visto ya no vuelve a atraer.

    Te recomiendo otra película que he visto también este verano y que creo que te puede gustar (si no la has visto ya...): Un Dios salvaje. Es una película basada en una obra de teatro por lo que toda la peli se desarrolla casi en una única habitación. Trata sobre las relaciones humanas, el diálogo, la hipocresía... Creo que te puede gustar. Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anoto tu sugerencia de peli.
      Y concuerdo con lo The Artist, precisamente lo que me gustó de la peli fue que de una historia (que no es casi ni historia) y absolutamente predecible, te mantiene en vilo hasta el final. Los personajes no dejan de tener su chispa y ese juego de la técnica que para mí tiene su punto culminante en el sueño del protagonista la hacen una buena película (a mis ojos de espectadora).
      Un abrazo

      Eliminar

¿Cómo termina esta historia?