Temible Sauron,
¿Realmente
pensabas que en un mundo globalizado por Internet y los avances
tecnológicos, la Tierra Media permanecería aislada, y tú impune ante la
justicia? De nada te servirán tus ejércitos encapsulantes, frente a toda
la artillería pesada de la Química Verde, atento al mensaje...
Los
científicos, como estamos locos, tenemos sueños grandes: no nos basta
saber que una molécula sirve para curar, sino que queremos mejorarla
para que no se degrade antes de que haga efecto, conseguir que llegue al
órgano diana, controlar a qué velocidad se libera y que durante todo el
proceso esta molécula retenga su actividad biológica. Para esto,
necesitamos un método ‘ideal’ de síntesis de fármacos, que sea seguro, inerte y cómodo para los pacientes, además de biocompatible, y
fácil de fabricar y esterilizar.
Una de las opciones es usar polímeros biodegradables para la encapsulación de fármacos. ¿Que qué es un polímero? Alexis-Mr Fantástico lo explica.
Un polímero biodegradable primero se combina con el fármaco y luego lo
recubre, a nivel nanomolecular... con todas las dificultades que
entraña porque debido al tamaño extremadamente pequeño, la alta energía
y gran área superficial de las nanopartículas es complicado recubrirlas
o encapsularlas. Con la encapsulación conseguimos proteger el fármaco y
conducirlo hasta el lugar del cuerpo en el que tiene que ejercer su
función.
La
preparación de la mayoría de sistemas fármaco-polímero necesita de
disolventes orgánicos y de la licuefacción del fármaco y del polímero
para mezclar las fases. Lo que ocurre es que los disolventes orgánicos,
la formación de interfases y las altas temperaturas pueden destruir la
actividad del fármaco, además de contaminar el medio ambiente.
Pero
si un superhéroe no puede derrotar a Sauron, tomemos al equipo
completo: usemos los fluidos supercríticos en combinación con los
polímeros biodegradables... porque la unión hace la fuerza.
Los
fluidos supercríticos para nanoencapsular fármacos constituyen un
método limpio y efectivo comparado con otras técnicas. El CO2 supercrítico tiene bastante versatilidad, así que se puede usar como disolvente, anti-solvente y plastificante para síntesis, modificación y purificación de polímeros sintéticos o naturales. El CO2
es bastante soluble en polímeros cambiando sus propiedades: puede
reducir la temperatura de transición vítrea (Tg) o la temperatura de
fusión Tm y así disminuye la viscosidad de fusión polimérica. La
solubilidad y difusividad del CO2 en polímeros depende de la estructura molecular, es decir, de las interacciones entre CO2 y las cadenas moleculares; y la morfología (los
polímeros pueden ser cristalinos o amorfos, que está relacionado con el
volumen libre) de los polímeros. Al principio, se pensaba que era un
asunto de física, pero también hay interacciones de tipo químico si las
cadenas de polímero contienen grupos carbonilo o éteres que pueden
interaccionar directamente con el CO2 aumentando la solubilidad.
El proceso RESS (rapid expansion of supercritical solution) se basa en usar las propiedades del scCO2
como disolvente: el soluto es solubilizado en el fluido supercrítico y
después expandido a través de un nozzle (una boquilla) capilar dentro de
una cámara de precipitación. La rápida descompresión del soluto lleva a
la supersaturación, nucleación y formación de partícula. Este proceso
puede conseguir la formación de partículas muy pequeñas y uniformes
debido a que se alcanzan relaciones altas de supersaturación. Además, se
pueden obtener partículas mayores si se varía la temperatura, la
presión o la geometría del nozzle.
Vía |
Para solucionar estos problemas se pueden aprovechar las propiedades no solventes o anti-solventes del CO2: el método conocido como PCA/GAS/SAS
(gas antisolvent/precipitation with a compressed antisolvent) usa un
gas denso o comprimido para precipitar el soluto disuelto en disolvente
orgánico. La precipitación ocurre cuando el gas es absorbido por el
disolvente orgánico resultando en la expansión de la fase líquida y
reduciendo la solvatación hasta que ocurre la nucleación y la formación
de partícula.
Vía |
El CO2
se difunde en el disolvente y se evapora en la fase gaseosa. Las gotas
se expanden y se estabilizan por tensión superficial, pero la
transferencia de masa entre el fluido supercrítico y la fase líquida
disminuye la tensión superficial que es aún es suficientemente fuerte
para controlar la forma de la gota.
Un inconveniente del PCA es que se requiere que el fármaco sea soluble en un disolvente orgánico soluble a su vez en scCO2.
Lo que representa un problema si trabajamos con moléculas grandes del
tipo de péptidos o proteínas. Para ello se puede usar DMSO como
disolvente siempre que la proteína no pierda la estructura, o bien,
sprayar una suspensión del fármaco sobre la disolución polimérica.
Se
han hecho estudios acerca del recubrimiento de nanopartículas de
superficie hidrofóbica e hidrofílica, demostrándose que este factor no
influye y que el PCA consiste en el depósito físico del polímero en la
superficie de las nanopartículas.
Para terminar, la técnica PGSS (solute/particles from a gas saturated solution process) se basa en las propiedades plastificantes del scCO2 en polímeros amorfos. La adición de CO2
puede disminuir la Tg, de manera que el polímero se vuelva fluido a
temperatura ambiente. Además, disminuye la viscosidad del polímero
permitiendo a las partículas de fármaco mezclarse homogéneamente. Las
ventajas son que no utiliza ningún disolvente orgánico y que no hace
falta que el polímero o el fármaco sean solubles en CO2.
Vía |
Así que, Sauron, ya no eres el Único Señor de la Encapsulación.
[Este post es un homenaje al gran José Manuel López Nicolás, que con su fantástico blog ha cambiado mi manera de entender la divulgación química, ¡tres hurras por Sauron! Y también a Alexis Hidrobo de Hablando de Ciencia, otro gran químico y divulgador]
Referencias
Davies, O., Lewis, A., Whitaker, M., Tai, H., Shakesheff, K., & Howdle, S. (2008). Applications of supercritical CO2 in the fabrication of polymer systems for drug delivery and tissue engineering Advanced Drug Delivery Reviews, 60 (3), 373-387 DOI: 10.1016/j.addr.2006.12.001
Kalani, M., & Yunus, . (2011). Application of supercritical antisolvent method in drug encapsulation: a review International Journal of Nanomedicine DOI: 10.2147/IJN.S19021
Kalani, M., & Yunus, . (2011). Application of supercritical antisolvent method in drug encapsulation: a review International Journal of Nanomedicine DOI: 10.2147/IJN.S19021
Wang, Y., Dave, R., & Pfeffer, R. (2004). Polymer coating/encapsulation of nanoparticles using a supercritical anti-solvent process The Journal of Supercritical Fluids, 28 (1), 85-99 DOI: 10.1016/S0896-8446(03)00011-1
Buen artículo, 114.
ResponderEliminarBuen finde :-)
PS.- Los pictogramas de seguridad que has puesto están ya un poco obsoletos. Por desgracia, porque ahora en vez de mejorar la cosa se ha liado más con el CLP. A sufrir.
Gracias!!!
EliminarSí, estudié en el máster seguridad y vimos los nuevos símbolos y que desaparecían las frases R y S. Buen finde a ti también!