22 abril 2025

Desde el barro #23 Hace falta un Dios que exista al margen del tiempo

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy veinticinco semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

Hemos entrado en la Pascua (parece que este año coincidimos la Iglesia de tradición romana con la ortodoxa) y, aunque ayer nos enteráramos del paso al Padre del papa Francisco (¡o puede que incluso con más sentido por esto!), lo que me pide el cuerpo es compartir las citas que tengo guardadas que hacen referencia a la memoria o el recuerdo y a Dios. Y, por cierto, ¡feliz Pascua de Resurrección!

Elijo para empezar la novela de Graham Greene El final del affaire que me prestó mi hermano hace un tiempo y que me encantó:
Hace falta un Dios que exista al margen del tiempo para que pueda recordar cómo eran las cosas antes de que cambiasen por completo.

Continúo con Chesterton en Manalive, uno de mis libros favoritos, que introduce otro tema que asocio con la memoria: la nostalgia o añoranza.

-Mi abuela- dije bajando el tono de voz- habría dicho que todos somos exiliados, y que no hay casa terrena que nos pueda curar de la santa añoranza que nos prohíbe el descanso.

Sigo con san Juan de la Cruz en Suma de la perfección. Esta cita me salió al encuentro en Francia en un escaparate, aunque no soy capaz de recordar exactamente la localización... (¿pudo ser paseando por el pueblo de Cluny?):

Olvido de lo criado,
memoria del Creador,
atención a lo interior
y estarse amando al Amado.

 Y acabo con la cita que incluye Snowdon al inicio de un capítulo de su muy recomendable Aging with Grace, libro en el que relata de forma divulgativa el Nun Study. Se trata de uno de los mayores estudios poblacionales de la enfermedad de alzhéimer con 678 monjas participantes. De hecho, en la versión en español, han traducido el título a 678 monjas y un científico. Me la compartió mi hermana Carmen (la foto de su ebook es suya):



15 abril 2025

Desde el barro #22 Retaguardia

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy veinticuatro semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

La dana también me ha hecho confrontarme con cómo soy yo. Algo que ya latía en el (a)poema-oración de Hazme y que ahora continúa en esta Retaguardia. Creo que yo soy más "efectiva" no en la primera línea, sino limpiando el calzado de los que se lanzan a esa primera línea. Ahora que estamos en Semana Santa, a las puertas del Jueves Santo, quizá es lo que me toca: lavar los pies del mensajero que anuncia la paz.

Por cierto, que tal como suena Retaguardia cuando la leo internamente, me recuerda mucho a Pedro Salinas en La voz a ti debida (Para vivir no quiero / islas, palacios, torres. / ¡Qué alegría más alta: / vivir en los pronombres!).

The Anointing of Christ, 60 x 40 cm, painting on canvas de Julia Stankova, vía web de la artista


RETAGUARDIA


No, no, déjame de liderazgos,

logísticas y estar en primera 

línea. Si yo solo quiero… Yo

necesito habitar la retaguardia.


Que ahí delante me agobio. Aún peor: 

se me agotan las fuerzas para las

pequeñas cosas, las que realmente 

me importan (quién cumple hoy, quién tiene 

examen o médico, quién hace 

tiempo que no veo, quién echo en falta).


Así que no; no quiero tarima,

con la retaguardia es suficiente.

Ser apenas sombra que pasa 

casi desapercibida y cuidar 

en lo que pueda y cuando pueda.


08 abril 2025

Desde el barro #21 Donde habite el olvido

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy veintitrés semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

Después de compartir la intro del libro Donde habite el olvido de Luis Cernuda y la Rima de Bécquer de donde toma ese verso, creo que tocaba compartir también el poema de Cernuda bajo ese título. Al final donde habite el olvido es el lugar hacia el que nos dirigimos y donde nos encontraremos: al cabo de unas pocas generaciones que nos sobrevivan, nadie se acordará de quiénes fuimos. Mi hermana Carmen y yo lo comentamos de vez en cuando. Y es una idea con la que estamos en paz. 

A mí me gusta pensar en decirle a mi abu (que no se acuerda de haberme olvidado), Abu, tú espérame donde habite el olvido. Hoy también, como cada martes, amplío mi pensamiento para incluir en mi vida diaria la memoria de las víctimas de la Dana del pasado 29 de octubre.

Me parece que esta foto con mi abu no la había compartido en el blog (sí en otras redes...). Mirando cómo nos miramos mi abu y yo, me resulta fácil transitar juntas por ese olvido que seremos (que ya somos, según Jorge Luis Borges).



DONDE HABITE EL OLVIDO (Luis Cernuda)

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

01 abril 2025

Desde el barro #20 ¿Adónde voy?

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy veintidós semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

No sabía (o no recuerdo haber olvidado) que Donde habite el olvido de Luis Cernuda viene de un verso de la Rima LXVI de Gustavo Adolfo Bécquer. Y la verdad es que también me ha parecido muy apropiada para esta serie en torno a la catástrofe de la DANA. Aparte que me llega mucho ese "Adónde". Precisamente, hace poco le leí a Elisabeth Johnson en Rico en misericordia que, a veces está bien prescindir del nombre "Dios" y usar el más arcano "Adonde". Así que yo también me pregunto ¿adónde voy?, después de veintidós semanas tras la DANA y veinte entregas de Desde el barro... ¿adónde voy?


Adónde es un término que usa Elisabeth Johnson para referirse a Dios en su libro Rico en Misericordia
Imagen vía


RIMA LXVI (Gustavo Adolfo Bécquer)

¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura;
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.

¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas;
en donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.

25 marzo 2025

Desde el barro #19 Gigantes

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy veintiuna semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

Me gusta mucho la canción Gigantes de Shinova. No sé si es muy bueno preguntarse qué hubiera pasado si... 

  • si se hubiera sabido interpretar correctamente los avisos de la AEMET (como sí hizo la Universitat de València) y se hubiera mandado a la gente a casa... 
  • Si hubiéramos tenido más preparación y sabido que no era una "gota fría normal" y no se hubiera bajado a los garajes a sacar los coches para aparcarlos más alto. 
  • Si la alerta en nuestros móviles hubiera sonado antes. 
  • Si... 

Pero bueno, tengo claro que, en cierta manera, viajamos en una noria que perdió el control: este planeta que no estamos cuidando, cuya temperatura no deja de subir con una mayor probabilidad de eventos meteorológicos extremos, en que no se le da importancia a la especulación inmobiliaria y a construir en zonas inundables y un largo etcétera. Ojalá un mundo de Gigantes a lo Shinova: ser tan héroes como eternos. Y añado: y dejar el mundo un poquito mejor de cómo lo encontramos



18 marzo 2025

Desde el barro #18 El recuerdo de un olvido

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy veinte semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

Hoy traigo a este blog la intro de Luis Cernuda a su Donde habite el olvido [1932-1933], tal como aparece en el ejemplar que tengo (creo que ahora mismo por Pamplona...) de La realidad y el deseo. Con ella sigo reflexionando sobre el olvido y la memoria: que el amor no desaparezca y que no quede todo mi Desde el barro en solo el recuerdo de un olvido.

Vía Goodreads


Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.

¿Qué queda de las alegrías y penas del amor cuando éste desaparece? Nada, o peor que nada; queda el recuerdo de un olvido. Y menos mal cuando no lo punza la sombra de aquellas espinas; de aquellas espinas, ya sabéis.

Las siguientes páginas son el recuerdo de un olvido.

11 marzo 2025

Desde el barro #17 El bebé que se hacía bolita

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy diecinueve semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

Esta semana voy a romper bastante la tónica de Desde el barro... Hay varios motivos. Quizá el primero es que he vuelto a escribir poesía a partir de la DANA y este (a)poema, aunque no trate del barro, para mí forma parte de la misma corriente que me lleva arrastrando desde el pasado 29 de octubre. 

El segundo es porque recordé el artículo de Dolores Aleixandre en el que menciona a los niños marcados por el sello del caos, como los que nacieron la noche de la Dana. Mi sobrino Nacho también nació "marcado". Una amiga me hizo un retrato de la foto en la que salgo sosteniéndolo en brazos al poquito de nacer. Contemplándolo me saltaron los recuerdos de su primer año de vida con tantas preocupaciones y sustos. Finalmente todo acabó saliendo bien (habiendo estallado todo pronóstico en pompas de jabón) y este último 8 de marzo, nuestro querido Nacho cumplió tres añitos, aquel bebé que se hacía bolita.

Obra de mi querida amiga Lourdes Ferreras (en Instagram la encontraréis como dracomuscart). Por privacidad del menor tapo la cara de mi sobrino. Ya lo siento porque es lo más bonito...


EL BEBÉ QUE SE HACÍA BOLITA


Quién nos iba a decir que ese bebé, 

guapo a rabiar, nos tendría meses al filo

              de la desesperanza.


Porque solo eras un bebé 

que se hacía bolita, 

acurrucado en nuestros brazos.

                  Los mismos 

que querían protegerte de las amenazas

de un diagnóstico cierto,

despiadado, inexorable.


Quién podía prever que serías Tati 

y luego Nachetín

(los nombres más bonitos 

te los ha llamado tu hermano).


Porque quién iba a saber que cada

sonrisa sería pícara con esa 

forma tan tuya de jugar con la lengua.


Y, mírate ahora, 

el bebé que se hacía bolita 

cumple tres años, habiendo estallado 

               todo pronóstico en pompas de jabón.


Fíjate qué de aventuras…

¡Y quién lo diría solo viendo

al bebé que se hacía bolita!


04 marzo 2025

Desde el barro #16 Tenemos que hablar de muchas cosas

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy dieciocho semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

Cambio mi "programación" Desde el barro por... la vida... y la muerte. El viernes falleció mi primera abuela valenciana, que nos adoptó al conocernos y que nos ha dejado muy "huérfanas". Sé que no hay nada más tópico que usar la Elegía de Miguel Hernández al amigo Ramón Sijé, que además no es la primera vez que empleo para estos fines... Será que pasé dos Semanas Santas en la tierra del poeta (ya veis que no es la primera vez que este poema irrumpe en el blog). O será lo que sea, pero, una vez más, me he quedado con demasiadas ganas de hablar de muchas cosas con ella. Así que le pido prestado a Miguel Hernández su elegía para recordar a mi primera abuela valenciana. Sirva también para llorar las 224 muertes evitables de la DANA del 29 de octubre de 2024 que dejaron también tantos tenemos que hablar de muchas cosas.


Este verano sus nietas de verdad cumplieron su sueño de toda la vida de volar en globo. A nosotras, sus otras nietas (las adoptadas o las niñas) nos compartió su emoción previa al día de la aventura. Esta foto es de ese vuelto tan especial para ella.


(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería.)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.


25 febrero 2025

Desde el barro #15 Recuerda tú que puedes

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy diecisiete semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

No debe ser demasiada sorpresa para los que me conozcan un poco que mi obsesión con la memoria tiene casi todo que ver con el alzhéimer de mi abu. Por eso, me llamó en su día la atención esta canción de Andrés Suárez dedicada a sus abuelos. En el vídeo que inserto en la entrada de hoy explica la génesis de su canción "Rosa y Manuel". Yo me quedo con la parte que me resulta más impactante: esa nota encontrada con el "Recuerda tú que puedes". Me lo aplico para seguir recordando... por los que ya no tienen la capacidad de recordar.



18 febrero 2025

Desde el barro #14 Los pies del voluntario

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy dieciséis semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

Si la semana pasada cantábamos al calzado de los voluntarios, esta comparto mi (a)poema se pueden notar los obvios ecos de Jorge Guillén con su Muerte de unos zapatos en la versión final.



LOS PIES DEL VOLUNTARIO

Is 52, 6-12


Qué hermosos son por los caminos

intransitables los pies (embarrados) 

del voluntario. Calzados con botas 

de caña alta o los sucedáneos 

que improvisó la urgencia, saben…, 

saben de intemperies y colapsos.

Los primeros que escucharon celebrar 

la vida entre las lágrimas sin secar

por los doscientos veinticuatro que nos 

faltan. Son pies de ruinas y 

buena noticia; cantan memorias 

de idas y venidas, de palas y escobas.


Y, al regresar a casa buscando

la quietud de alma y cuerpo, se

quitarán el fango contaminado,

aunque, digan lo que digan 

los expertos, este barro nunca fue 

impuro: a pesar del miedo y desolación 

¡el Señor se quedó! Solo era Él 

llamando “Estoy aquí”.


11 febrero 2025

Desde el barro #13 Muerte de unos zapatos

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy quince semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

Hoy quiero fijarme en los zapatos, zapatillas, botas y demás calzado de los voluntarios que acudían en masa a la zona cero. Quiero recordar esa "locura" de que las botas de agua de caña alta estuvieran agotadas en toda Valencia y los ingenios de la gente que se forraba las piernas con bolsas de basura para suplir el desabastecimiento. Después, volvían a estar disponibles cargamentos inmensos de botas en Decathlon o las tiendas bazar de los barrios. A mí me impresionaba sobre todo salir temprano para ir a trabajar y ver parejas de voluntarios con sus botas sucias de barro de días previos. También volver a casa y cruzarme con otros derrengados y cubiertos de barro hasta las cejas. Por no hablar del calzado que fue solo una vez: las zapatillas que llevó Carmen acabaron finalmente en la basura.

Así que me parece que el canto de Jorge Guillén por la Muerte de unos zapatos es una bonita manera de rendir homenaje al calzado de los voluntarios. Reconozco que otro motivo de compartir este precioso poema tiene que ver con una futura entrada Desde el barro... y hasta aquí puedo leer de momento...

Voluntarios en Paiporta, Valencia. Firma Europa Press (vía elEconomista.es)


MUERTE DE UNOS ZAPATOS (Jorge Guillén)

¡Se me mueren! Han vivido

Con fidelidad: cristianos

Servidores que se honran

Y disfrutan ayudando.


Complaciendo a su señor,

Un caminante cansado,

A punto de preferir

La quietud de pies y ánimo.


Saben estas suelas. Saben

De andaduras palmo a palmo.

De intemperies descarriadas

Entre barros y guijarros.


Languidece en este cuero

Triste su matiz, antaño

Con sencillez el primor

De algún día engalanado.


Todo me anuncia una ruina

Que se me escapa. Quebranto

Mortal corroe el decoro.

Huyen. ¡Espectros zapatos!


04 febrero 2025

Desde el barro #12 La memoria es la base de todo

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy catorce semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

En estas reflexiones en torno a qué es la memoria rescato ahora unas citas extraídas de la exposición MEMORIA del Museu de les Ciències (Ciutat de les Arts i les Ciències de València). ¡Con lo que me gustan las citas no podía dejar de llevármelas conmigo "a casa"!



Benditos sean los olvidadizos, pues también se reponen de sus estupideces (Friedrich Nietzsche)


Todo el mundo se queja de su memoria y nadie de su juicio (François La Rochefoucauld)


La vanidad juega trucos escabrosos con nuestra memoria. (Joseph Conrad)


Crear es recordar. La memoria es la base de todo. (Chris Marker)


La riqueza de la vida reside en los recuerdos que hemos olvidado (Cesare Pavese)


28 enero 2025

Desde el barro #11 No quiero pasar por olvido lo descuidado

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy trece semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

Que aqueste no acordarme no es olvido/ sino una negación de la memoria. Son dos versos de sor Juana Inés de la Cruz que conocí gracias al poemario El recelo del agua de Bibiana Collado. Van pasando los días, las semanas y empiezan a ser meses desde el 29 de octubre, así que no se me ha ocurrido nada mejor que compartir el soneto completo del que provienen los versos y proponerme luchar contra la negación de la memoria porque no quiero pasar por olvido lo descuidado.


Detalle del retrato de sor Juana Inés de la Cruz hecho por Miguel Cabrera c. 1750, óleo sobre tela, Museo Nacional de Historia (vía Wikipedia)


NO QUIERO PASAR POR OLVIDO LO DESCUIDADO (Sor Juana Inés de la Cruz)

Dices que yo te olvido, Celio, y mientes
en decir que me acuerdo de olvidarte,
pues no hay en mi memoria alguna parte
en que, aun como olvidado, te presentes.

Mis pensamientos son tan diferentes
y en todo tan ajenos de tratarte,
que ni saben si pueden agraviarte,
ni, si te olvidan, saben si lo sientes.

Si tú fueras capaz de ser querido,
fueras capaz de olvido; y ya era gloria,
al menos, la potencia de haber sido.

Mas tan lejos estás de esa victoria,
que aqueste no acordarme no es olvido
sino una negación de la memoria.

21 enero 2025

Desde el barro #10 Recuérdame y viviré para siempre

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy doce semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

"Recuérdame y viviré para siempre". Leí esta frase en los créditos finales de la película Coco de Disney cuando fui con la familia a verla al cine. Me la guardé entonces y aquí la dejo esta semana para recordar todo lo que se llevó (y dejó) la DANA.




14 enero 2025

Desde el barro #9 Lo más hondo

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy once semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

Esta semana vuelvo a mis (a)poemas. Este dedicado a Rubén e Izán y sus padres. Porque su historia me partió tanto que al fin fui capaz de llorar lo que no había llorado antes. Tuneé el Salmo 130 para que sus palabras representaran ese gemido que sentía tan dentro de mí.

Vía BBC


LO MÁS HONDO

Salmo 130 (129)


A flor de piel, un escudo ligero me

permite ser mínimamente funcional.

En cambio, el sollozo y la angustia

por los niños de Torrent -Rubén e Izán-

venían de más adentro. Desde lo más 

hondo, sacudieron mis cimientos, era

el dolor hecho carne y en carne viva

(es que ya no nos cabe más dolor).


Te pido que escuches este clamor

aunque no atraviese del todo mi 

coraza. Porque si tú fueras sordo,

a quién iremos: solo tú tienes 

palabras de vida eterna. Solo tú.


No te sé decir si te anhelamos más

que el centinela a la aurora… Quizá sí

que te esperábamos por encima del fin 

de la alerta de protección civil.

Buscándote más que el cese de la lluvia 

y que no lloviera sobre mojado,

sobre tanto barro todavía sin secar.


Por eso, es posible que te aguardáramos 

ante la vela encendida, sin palabras ya 

que decir en voz alta -tampoco 

en voz baja-. Con la mano dudosa

en rasgar las cuerdas del ukelele.

La mente un poco en blanco. Solo mirando. 

Queriendo esperar, si era preciso, 

¡contra toda esperanza! Esperar en el 

Dios Rico en Misericordia, pues en él 

está el amor y de él nos viene la salvación.


07 enero 2025

Desde el barro #8 Ya somos el olvido que seremos

Quiero forzarme a no olvidar. Hace hoy diez semanas que la DANA se llevó por delante tantas, demasiadas vidas. Quiero no olvidar que las supervivientes siguen bregando por volver a una nueva "normalidad". Y me lo voy a recordar cada semana los martes de la mejor forma que se me ocurra.

Y puesto que esto es un ejercicio contra el olvido, qué mejor que reflexionar sobre qué es el olvido y qué es la memoria... Por eso, este martes comparto el poema Epitafio de Jorge Luis Borges. Lo descubrí con la lectura de El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince y la verdad es que me gusta mucho. Comparto al mismo tiempo mi imagen favorita del 2024: estos jóvenes voluntarios cubiertos de barro y polvo de la DANA y, sin embargo, sonrientes.



Ya somos el olvido que seremos.

El polvo elemental que nos ignora

y que fue el rojo Adán y que es ahora

todos los hombres y que no veremos.


Ya somos en la tumba las dos fechas

del principio y el término. La caja,

la obscena corrupción y la mortaja,

los ritos de la muerte y las endechas.


No soy el insensato que se aferra

al mágico sonido de su nombre;

pienso con esperanza en aquel hombre


que no sabrá que fui sobre la tierra.

Bajo el indiferente azul del cielo

esta meditación es un consuelo.