Una técnica que pocos químicos conocen en profundidad es el empleo de ultrasonidos. Normalmente los utilizamos para disolver sustancias que presentan cierta dificultad. Cuando, en realidad, son una potente herramienta de generación limpia de energía por el fenómeno de cavitación: al formarse y colapsar las microburbujas producidas por la onda ultrasónica, se genera suficiente energía como para romper enlaces, y ppor tanto, se pueden llevar a cabo reacciones químicas que necesitarían altas temperaturas para llevarse a cabo (remito al gráfico de energía de activación).
Los ultrasonidos tienen también aplicaciones médicas en técnicas como la ecografía. En estos casos, para evitar la cavitación que podría dañar los tejidos, se usan frecuencias más elevadas. Aunque en ocasiones, este fenómeno pueda resultar interesante para permeabilizar la membrana de las células a un medicamento.
La propiedad más
importante de un agente de contraste es la capacidad de mejorar la
señal retrodispersada, lo que se ha usado en combinación con las
imágenes bidimensionales para producir imágenes de mayor claridad.
El
agente de contraste permite el estudio del flujo de sangre de calibre
estrecho y recipientes lejanos que no puedan ser analizados por
sistemas Doppler tradicionales, además de ayudar en el diagnóstico
de pacientes cuyos ecocardiogramas carecen del suficiente contraste.
Para que sea útil a efectos clínicos, debe ser capaz de aguantar la
presión estática y los efectos de la tensión vascular humana.
También requieren estabilidad para resistir la disolución y/o
destrucción durante la insonación. Tiene que ser inerte, es decir
que no tenga efectos hemodinámicos y no altere el torrente sanguíneo
(Jong y Cate, 1996).
El primer uso de agentes
de contraste ultrasónicos (UCAs) se recogió en una ecocardiografía
en 1968. Estos UCAs eran burbujas de aire del ambiente sin capa
protectora, por lo que desaparecían en un par de segundos después
de la administración intravenosa. Los UCAs actuales son
microburbujas más estables compuestas de gases de baja difusividad
como nitrógeno o perfluorocarbono estabilizado por capas de
materiales biodegradables como albúmina, fosfolípidos o polímeros.
Los fosfolípidos se usan comúnmente porque las microburbujas con
lípidos son más fáciles de fabricar que las de otros materiales.
Además debido a
la biocompatibilidad de los fosfolípidos sintéticos se han
estudiado los liposomas como portadores de medicamentos. Se conoce
que a mayor longitud de cadena carbonada en la molécula lipídica,
más alta es la temperatura de transición gel-líquido. En principio
la longitud de la cadena no afecta a la amplitud de onda
retrodispersada, según Hasik et al., 2002.
Tabla de Sennoga et al.
(2012)
|
Cuando
se expone a ultrasonidos de frecuencia apropiada, las microburbujas
deben ser inmediatamente fragmentadas en pequeñas piezas del orden
de nanómetros, y el gas se disuelve enteramente en el medio que lo
rodea.
La
técnica depende de los agentes de contraste conjugados con ligandos
diana que se unen específicamente a los síntomas moleculares de las
enfermedades o de los sistemas fisiológicos. Varios ligandos, sobre
todo anticuerpos y péptidos, se han conjugado con la superficie de
las microburbujas. Según Shih-Tsuh y Chih-Kuang (2012), se ha
encontrado una manera sencilla de conjugar el ligando diana
(aptámero) con la superficie de la microburbuja por medio de una
conjugación maleimida-tiol que se muestra en la siguiente figura:
Como
desventaja señalan que la eficiencia de adhesión a la microburbuja
puede ser menor dependiendo de las condiciones de flujo fisiológicas.
Además, aunque las burbujas permanecen in vivo 20 minutos puede ser
necesario que se requiera un tiempo mayor, sobre todo cuando se busca
efecto terapéutico (como portadores de fármacos), y no solo de
diagnóstico.
Esta es mi aportación al XV Carnaval de Química del blog El cuaderno de Calpurnia Tate
Esta es mi aportación al XV Carnaval de Química del blog El cuaderno de Calpurnia Tate
Bibliografía
New
ultrasound contrast agents and technological innovations, Nice de
Jong, Folkert J. Ten Cate
Ultrasonics
34 (
1996)
587-590
Evaluation
of synthetic phospholipid ultrasound contrast agents,
Hasik M. J., Kim D. H., Howle L.E., Needham D., Prush
D. P., Ultrasonics
40 (2002)
973–982
Evaluation of methods for sizing and counting of ultrasound contrast agents, Sennoga C. A.; Yeh J. S. M.; Alter J. et al., Ultrasound in Medicine and Biology, 38 5 2012, 834-845
Ultrasound microbubble contrast agents for diagnostic and therapeutic applications: current status and future design, Shih-Tsung K.; Chih-Kuang Y., Chang Gung medical journal 2012 35, 2 125-39
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Cómo termina esta historia?