La frase que escuché ayer en el autobús da para mucho... Hoy he recordado un libro que me encantaba de pequeña, y que, aunque hace mucho tiempo que no leo, tengo prácticamente grabado página a página en mi memoria. Se trata de La historia interminable de Michael Ende. Cuando era pequeña me sentía parcialmente identificada con el protagonista de la historia, Bastián Baltasar Bux, porque él y yo odiábamos el deporte, yporque los dos coincidíamos en querer una historia interminable porque nos encantaba leer. Cuando Bastián Baltasar Bux entra en el libro, se ha convertido en el nuevo creador de Fantasía, la Emperatriz Infantil le dice que cuantas más cosas desee más rico será el país que se irá construyendo con sus deseos. Pero cada deseo de Bastián tiene un precio: un recuerdo. Cada deseo concedido le lleva a olvidar su vida anterior hasta que lo olvida todo, y para salir de Fantasía necesita la ayuda de su amigo Atreyu y del dragón blanco. Y pensaba si el Paraíso se parecerá a Fantasía: cuanto más deseemos, más hermoso, más magnífico y más original será. Partiendo de que Dios es mucho más grande que Michael Ende conseguirá sorprendernos cada día (ups, no hay tiempo, debería haber escrito, cada eternidad) sin tener que pagar ningún precio. Aunque he pensado que yo también quiero pagar por mis deseos: cada deseo de felicidad quiero que me lleve a olvidar el mal que los demás me hayan podido hacer. Ese es el precio que quiero pagar por el Paraíso, sí hago trampa: quiero el premio doble.
¡Me ha encantado! Sobretodo la última parte, n.n
ResponderEliminarque horror... se puede ser más ñoña???
ResponderEliminarse puede... voy a ver el blog de araceli...
Hola! Nos conocemos? Gracias por el piropo? :)
EliminarEs mi primo, pasa de él
EliminarJajaja. Encantada!! Le he dedicado la entrada de mañana: q no se la pierda, please!!!jaja
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