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Algunos le sacan
correcciones, pero ciñéndonos a los hechos, puede resultar una
definición bastante exacta. Me refiero a que los avances científicos
colaboran en cierta medida en las distintas corrientes artísticas:
¿qué sería de las vanguardias sin la Revolución Industrial a la
que parodiar, imitar o criticar? Los nuevos materiales no solo tienen
aplicaciones prácticas, sino que pueden ser usados con fines
artísticos: sin hierro forjado, no hay Chillida; y lo mismo ocurre con muchos
escultores contemporáneos: estaríamos en el bloque de mármol de
Miguel Ángel. Las técnicas científicas nos permiten datar las
obras de arte, asi como determinar si era un lienzo reciclado o qué
correcciones se introdujeron a lo largo de la época.
Otras veces sucede que
son los artistas los que hacen avanzar la ciencia. Gaudí hacía sus
maquetas boca abajo para conseguir que las torres quedaran rectas,
luego con un sistema de objetos, empezaba la construcción del
edificio. Cuando se retomó la contrucción de la Sagrada Familia,
los arquitectos intentaron digitalizar los planos que había dejado
Gaudí, pero no existía ningún programa informático capaz de
simular las curvas, y la complejidad de la arquitectura de Gaudí.
Hubo que diseñar una nueva aplicación. Gaudí era un genio que
superaba a los de su época.
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He encontrado por
Internet un artículo muy interesante que compara la innovación
tecnológica y de las ingenierías con la poesía: así como un poeta
debe encontrar las palabras adecuadas, ajustarse a una estructura
determinada y seguir un ritmo y a la vez, distanciarse del resto de
poetas aportando algo “único”, así el emprendedor no ha de ser
una persona que genera ideas, sino que acierta con la idea única que
puede generar una aplicación comercial. Podríamos decir que
artistas y científicos están relacionados mediante la creatividad.
Aquí caben ejemplos de todo tipo: desde Steve Jobs que por acudir a
una conferencia de tipografía incluyó los distintos tipos de letras
en los ordenadores, hasta el ingeniero que asistió a una charla de
ornitología y decidió diseñar el tren bala japonés con forma de
pico del martín pescador. El autor-poeta del artículo es incluso
más explícito: tu “invento” ha de ser tal que cambie la
relación de las personas con el producto que quieres comercializar,
destaca a Apple frente a Windows porque prefieren la “frescura” a
la comodidad.
La reflexión final por
Lena Szankay es que el arte si cumple una función social ha de ser
la de la crítica. En el artículo que señalamos antes, habla de la
crítica de poesía como etapa de pulido, de perfeccionamiento:
llegar a expresar la esencia.
Este post participa en la I Edición del Carnaval de Humanidades
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