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Habrá muchos fans y detractores de las ventajas e inconvenientes del apogeo de la era de Internet. Nos hemos convertido en una aldea globalizada, cambiando conceptos como cultura, intimidad, historia,... Facebook y Tuenti son (más o menos) para que te comuniques con tus amigos, pero en Twitter todo lo que escribes es público (puedes restringir la privacidad, pero es más fácil "ser encontrado" que en otras redes sociales). Cuando uno da un salto a la blogosfera ha de elegir entre crear un blog personal o bien divulgar lo que le gusta. En fin, aunque uno divulgue, siempre aporta una visión personal del asunto, y lo cierto es que mayoritariamente tiene un número fijo de seguidores que lo acaban conociendo (¿ficción o realidad?) tanto como amigos de carne y hueso. Uno establece relaciones entre lo que escribe y lo que escriben perfiles similares al suyo, se acaba produciendo el "fenómeno link": que va desde la Wikipedia, hasta entradas anteriores de tu propio blog, o de aquellos con los que te relacionas.
Las redes sociales permiten un contacto directo con las Administraciones Públicas y los políticos: desde que tienen una página pública en Facebook hasta un perfil en Twitter, todas sus afirmaciones pueden ser criticadas, o contradichas por medio de las nuevas redes o de las viejas (escándalos en telediarios y cartas al director quejándose...). Es decir, el ciudadano de a pie puede ponerse en contacto con sus líderes: yo puedo mandar un mensaje privado a Burger King denunciándoles por emplear publicidad sexista, y puedo escribir a Rosa Díez agradeciéndole que proporcione una nueva opción política a los españoles, si bien discrepo en X puntos...
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Hace tiempo mantuvimos un debate de si el blog es un nuevo género literario, a raíz de la publicación del último libro de E. G.-M., El pábilo vacilante. El poeta se muestra partidario de revisar las entradas y depurarlas mediante los comentarios recibidos y el mismo tiempo que actúa como criba y como crítica de lo ya escrito. Me contaba el Duque de Camelot que el profesor Javier Navascués no considera que se haya creado un nuevo género: los escritores desde siempre han tenido sus dietarios y sus diarios íntimos. Sin embargo, y manteniendo las distancias porque no soy experta en la materia, discrepo ligeramente: puede que todo esto existiera antes, pero desde luego no se hacía público más que como obras póstumas si el escritor con la muerte pasaba a la fama. Quiero decir que sus cartas/diarios estarían en conocimiento de los más allegados, mientras que cuando uno publica un post puede ser leído por cualquier persona con acceso a Internet.
De hecho, me llama la atención de que para muchos concursos se requiere que "no haya sido publicado en ningún soporte: ni escrito ni informático", por lo que estamos poniendo al mismo nivel una publicación escrita con un blog. Con la excepción evidente de que para publicar un libro has de ser un buen escritor, y para tener un blog solo has de poseer una cuenta de correo electrónico.
El otro día vi una peli bastante malilla, Contagio, sobre un virus mitad procedente de cerdo y la otra mitad del murciélago que ataca al sistema respiratorio o al sistema nervioso produciendo la muerte en pocas horas. Uno de los personajes es un "periodista" que fue el primero en sospechar la relación de dos muertes aisladas (cada una en una punta del mundo) y quiere que se publique. Como no consigue convencer a nadie, lo hace en su blog. Pronto ante el giro inesperado de los acontecimientos se convierte en una especie de héroe mundial, aunque algunos profesionales del ámbito periodístico le califiquen de graffitero con signos de puntuación, lo que me recordó a mis reflexiones sobre Bansky. Aquí, por supuesto, entran más temas: sobre si es moral producir el pánico, dar información no comprobada rigurosamente, mentir delante de tu propia cámara, y acusar a las autoridades,...
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Lo cierto es que ahora mismo existen muchos grandes divulgadores tanto de Ciencias como de Letras, que se demuestran magníficos escritores, cada cual con su estilo, de cualquier edad y condición, que disfrutan dando a conocer su trabajo/investigación/lecturas e incluso vida personal, que buscan su hueco y aún no lo han encontrado más que en su blog de Internet. Si saltarán a la "vida real" como nuevo género literario o serán un género virtual que se diluirá en el tiempo o bien cristalizará en obras de arte... Hay que dejar pasar más tiempo...
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Este post participa el la I Edición del Carnaval de Humanidades
¿qué tal es el documental de Bansky? ¿Lo recomiendas? ¿Dónde podría conseguirlo? Es porque este verano he oído hablar de él y he visto algunos de sus graffittis. Tal vez guste en las sesiones culturales que tenemos los viernes, jejeje.
ResponderEliminarAquí más información-reflexiones: http://worlderlenmeyer.blogspot.com.es/2012/04/graffiti-blog-reflexiones.html
EliminarMe ha gustado mucho esta entrada ya que me apasiona la literatura :D Personalmente no creo que los blogs sean un nuevo género literario: hay blogs que pueden calificarse como literatura y otros tienen una calidad demasiado baja para merecer dicha calificación. Lo que creo que sucede es que, como tú comentabas, si un libro está publicado se le presupone cierta calidad. Ha pasado los filtros de personas conocedoras del asunto: lectores profesionales, editores, colegas... Sin embargo las motivaciones de esos expertos no son siempre las meramente literarias (al contrario de los que muchos autores noveles-ilusos piensan al principio), sino que suelen prevalecer las económicas. Por eso no todos los buenos escritores están en un libro, pero los blogs les han dado la voz y la visibilidad que deseaban. En una palabra, creo que los blogs (los de calidad) son sólo la extensión de la literatura tradicional. ¿Que sean un género nuevo por el formato? Bueno, eso quizá debería meditarlo un poco más... Me encanta el tema, tendremos que hablarlo más :)
ResponderEliminarTe agradezco las reflexiones. En realidad, era una entrada un poco "provocativa", para generar críticas y hacerme pensar, así que ¡muchas gracias! Pensaré sobre lo que dices
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