En
clase de Catálisis Heterogénea tuvimos la suerte de tener como
profesor a uno de los catedráticos mayores de España, que tenía un
sentido común aplastante. En una de las clases dijo: “Para hablar
de ciencia, tienen que salir periodistas de entre los científicos,
porque ¿ven? Esto sí es una definición bien hecha, y no las
tonterías que se leen en los periódicos. Pues ya se sabe que los
periodistas no saben de ciencia, tendría que haber una asignatura en
Químicas que fuera periodismo científico.”
No
son palabras textuales pero sí la idea de fondo... No pretendo (y me
imagino que él tampoco) atacar a los periodistas. Comunicar ciencia
no es fácil. La ciencia utiliza tecnicismos, palabras que si no eres
un experto no se entienden bien. No es culpa de los periodistas que
no sepan comunicar la ciencia. Es el científico quien debe
desarrollar dotes pedagógicas y de comunicación para acercar la
ciencia a la gente corriente. Quizá lo que se requiera del
periodista en este caso es respetar lo que el científico dice.
Poniendo un ejemplo, mi profesor de Física II trabaja en el
comportamiento de medios granulares. Su equipo consigue que una de
sus máquinas viaje en un avión de gravedad cero. Gran noticia que
quieren que aparezca en el periódico. Problema: ¿cómo titulamos la
noticia? Tras varias propuestas del profesor al periodista que le
llamaba por esta cuestión sale al día siguiente: “Comiendo
cereales en el espacio”.
Sí,
hace gracia. Pero también da pena. Para comunicar ciencia me temo
que hay que prescindir de los reclamos publicitarios, de los
titulares impactantes... Es cierto que el científico debe adaptar su
lenguaje para ser entendido, pero igualmente cierto es que el
periodista no debe manipular el lenguaje para hacerlo más atractivo.
La ciencia es lo que es. Y yo digo que es bella, pero sin necesidad
de adornarla. Los científicos debemos aprender a comunicarla y
cuando lo consigamos quizá habremos conseguido que nuestros amigos
periodistas se sorprendan de la belleza inherente a la ciencia.
Por fin gente sensata, hablando de cosas sensatas. Si tú te dedicas a Greenpeace, yo quizá monte una agencia de comunicación científica. No me disgusta la idea.
ResponderEliminarEs parte de nuestra idea: Consultoría y Educación Ambiental, jaja
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