Hay
un experimento químico muy sencillo pero interesante, porque buena
parte de los métodos de análisis se basan en el principio del
experimento...
Para
hacer el experimento necesitas tizas cuadradas, un recipiente con un
poco de agua (medio dedo...), y unos rotuladores. Es mejor que
las tizas sean cuadradas para que se sostengan sobre su base, además:
así tienes cuatro lados para tu experimento. Cerca del extremo, se
pinta un punto gordo con un rotulador (lo puedes hacer en cada cara
de la tiza de todas las tizas que tengas), y se coloca en el
recipiente con agua con la parte pintada hacia abajo. El agua
empezará a subir por la tiza (este fenómeno se llama capilaridad) e
irá separando los distintos componentes de la tinta del rotulador.
Por ejemplo, si has pintado con el rotulador verde, se separará en
azul y amarillo (y puede que algún color más). Puedes observar la
cantidad de componentes que tiene el rotulador negro..., a no ser que
uses un permanente (solo verás que se corre el negro a lo largo de
la tiza).
¿Por
qué ocurre esto? ¿Por qué se separan los distintos colores en la
tiza? En química lo llamamos cromatografía: la tiza es la fase
estacionaria y el agua que sube por ella la fase móvil. Los
componentes de la tinta del rotulador según sus características,
tendrán mayor afinidad (estarán más a gusto) en la fase móvil (el
agua) o en la fase estacionaria (la tiza). Los que estén más
cómodos en la tiza se desplazarán poco, y se quedarán cerca de
donde pintaste el punto, pero lo que tengan mayor afinidad por el
agua se moverán más puede que hasta el extremo de arriba.
Fue
un botánico ruso el que lo descubrió, consiguiendo separar
pigmentos vegetales, y el que le puso el nombre: conseguía separar
distintos “colores”. Desde entonces, la técnica se ha
perfeccionado y existen aparatos y detectores, que no solo separan
los componentes sino que los cuantifican. Así, yo estoy utilizando
la técnica para ver los compuestos volátiles que tiene mi vino en
un aparato que se llama gases-masas: pincho mi muestra, y dentro del
aparato sube la temperatura para que los compuestos volátiles pasen
a fase gaseosa (gases) y el detector “mide” sus masas, y así
puedo identificar los compuestos que tiene mi vino y cuánta
cantidad. Luego, usaré cromatografía líquida para medir aminas: en
ese aparato el detector es de fluorescencia, yo lo que haré será
añadir una sustancia que al unirse a las aminas las vuelve
fluorescentes y así podré detectarlas y cuantificarlas.
http://www.ujaen.es/investiga/fqm323/GCMSMS.jpg |
También
existe lo que se llama cromatografía en capa fina, que la utilizan
más los orgánicos de manera cualitativa, es decir, no para medir.
Con un papel recubierto comercial, pinchan un poco de muestra al
principio, a mitad y al final de una reacción, y así pueden ver si
la reacción efectivamente ha ido bien o no.
http://www.ugr.es/~quiored/lab/oper_bas/tlc_4.gif |
http://t0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTHYtPdJ4CL8QRIMh8jIaDio7r_ FRd2xQd0OTgIjTJ4FEC3O1lQSSmIeRDTAQ |
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