Yo no quería...
Pero lo hice.
De nada sirve ya
tratar de dormir,
de olvidar, de ser
nada.
Porque lo hice.
No quería,
no pensaba en
hacerlo,
si alguna vez
estuvo en
mis pensamientos,
lo expulsé por
cobarde.
Pero lo hice.
Ya no tiene sentido
negarlo,
intentar que no sea
irreversible,
ni el alcohol ni el
sueño
me libran
de saber que fui yo
quien lo hice.
¿De qué sirve
desear no haberlo
hecho?
¿Tranquiliza acaso
culpar a otros?
No.
Porque lo hice.
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