Siempre voy un paso por detrás de
los grandes..., le debo al Duque de Camelot haber leído sus poemas. Me ha
gustado mucho, algunos me han tocado muy hondo, por su amargura, por su cinismo
medido, por su cierto humor negro. Hay algunos, que dentro de que traten temas
fuertes, me han hecho reír o sonreír al menos, porque me parecen un retrato y
una crítica de nuestra época y de nuestra sociedad. Creo que Wislawa Szymborska
no podía imaginar cómo llegaría yo a entender (en cierta manera porque son
cosas vividas) poemas suyos como el de Prospecto
o La habitación del suicida. Me
impresiona su atrevimiento al tratar temas tan fuertes, pero no es
irreverencia, es humor aunque sea un poco negro, el que está detrás de La mujer de Lot, de Un gato en un piso vacío o de El
mira, el terrorista. Dejo aquí Prospecto:
Soy un ansiolítico.
Actúo en casa,
hago efecto en la oficina,
me presento a los exámenes,
comparezco ante los tribunales,
reparo tacitas rotas.
No tienes más que ingerirme,
ponme debajo de la lengua,
no tienes más que tragarme,
con un sorbo de agua basta.
Sé enfrentarme a la desgracia,
soportar malas noticias,
paliar la injusticia,
llenar de luz el vacío de Dios,
elegir un sombrero de luto que
favorezca.
¿A qué esperas?,
confía en la piedad química.
Todavía eres un hombre/una mujer
joven,
debes seguir en la brecha.
¿Quién dice
que vivir requiere valor?
Dame tu abismo,
lo acolcharé de sueño,
me estarás para siempre
agradecido/agradecida
por las patas sobre las que caer
de patas.
Véndeme tu alma.
No te saldrá otro comprador.
No existe ningún otro diablo.
¿Verdad que sobran las palabras,
que ya queda todo dicho? Y no es crueldad, porque hay ironía, humor fino y
negro, tierna burla...
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