A parte de aprender vocabulario,
palabras que nunca había leído como prócer,
ojizarca, peplo, égida, ha sido un libro apasionante. Me gustaría saber
griego para leer su versión original, que tiene que ser genial, porque si en la
traducción castellana se notan los ritmos y la musicalidad de la épica, supongo
que sería todo un placer leerlo directamente del griego.
Hay
cosas que me han llamado mucho la atención del libro. Por un lado, no está mal
visto que los hombres lloren ya sea de angustia, miedo, compasión o alegría; y
aunque ante los ojos de los extraños lo ocultan por pudor, no tienen miedo de
que se les tache de cobardes o sensibles por decir que lloraron a sus
compañeros muertos, al ver al hijo amado o al tener que afrontar tremendos
peligros. Si bien hay un cierto machismo en el libro porque Penélope aguarda la
llegada de Ulises durante veinte años, retrasando el momento de volver a tomar
esposo, Ulises a pesar de sus esfuerzos por volver a Ítaca, yace con la diosa
Calipso, y por lo que da a entender el libro,con bastantes de sus esclavas de
su casa.
Es
gracioso como Ulises, siempre temeroso de lo que vaya a sucederle, busca
engañar incluso a la diosa Atenea cuando esta se le aparece disfrazada para
ayudarle en su venganza. Pero no se enfada de que Ulises pretenda engañarla,
más bien le hace gracia. Es fuerte el contraste entre la alabanza a las
virtudes de la hospitalidad y de la generosidad con los mendigos que son
premiadas por los dioses, y la justificación de la sed de venganza a la que tiene
que poner fin la misma diosa para evitar una guerra en Ítaca tras la vuelta de
Ulises. Todo está en función de estos dioses, a veces caprichosos pero también
razonables (como el hombre mismo): la vuelta al hogar está condicionada por
hacer correctamente los sacrificios a cada dios, el rapto de Helena y el final
de la guerra de Troya se explican como inspiración de los dioses. Los cantores
(o aedos) son personas que han recibido su don de los dioses, y así con casi
todo.
Me
impresionaron profundamente los argumentos de Ulises para regresar a casa
cuando Calipso le relata las dificultades que tendrá y le propone quedarse para
siempre con ella y convertirse en inmortal. Ulises, con cuidado de sus celos,
prefiere a Penélope y responde así a la diosa: Si algún dios me acosare de nuevo en las olas vinosas,/ lo sabré
soportar; sufridora es el alma que llevo/ en mi entraña; mil penas y esfuerzos
dejé ya arrostrados/ en la guerra y el mar; denle colmo esos otros ahora.
Me parece una definición estupenda de lo que es el hombre: un ser mortal que no
rechaza su condición de sufridor y de luchador.
¡Y
me he quedado con ganas de La Ilíada!
http://www.elpatinete.com/mitos/img/ulises11.jpg |
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