La biodiversidad es el conjunto
de todos los seres vivos que existen en la tierra y su interacción. Existe una
interdependencia entre todos los seres vivos y su hábitat. Cualquier alteración
del hábitat afecta a los seres vivos y puede ocasionar la desaparición de
alguna especie. La pérdida de biodiversidad puede afectar de la misma manera a
la especie humana, en cuanto a que equivale a pérdida de la calidad de nuestra
vida como especie.
El
GBIF (Global Biodiversity Information Facility) es una organización
intergubernamental que se estructura en una red de nodos nacionales con
secretaría en Copenhague. Su objetivo es proporcionar los datos de
biodiversidad de todo el mundo. De esta manera, se pretende apoyar la
investigación científica así como fomentar la conservación biológica y
favorecer el desarrollo sostenible. Se fundó en 2001 para facilitar el acceso
abierto y libre a los datos de biodiversidad, via Internet. En el GBIF
colaboran 57 países y 47 organizaciones, que en unión posibilitan la
movilización, acceso, descubrimiento y uso de la información en cualquier
tiempo y a través de todo el planeta.
Los cuatro programas en marcha del GBIF son:
1. Tecnología e interoperabilidad (Data Access and Data Interoperability - DADI)
2. Catálogo de nombres (Electronic
Catalog of Names of Known Organisms- ECAT)
3. Informatización de colecciones de historia natural (Digitisation of Natural History Collection
Data - DIGIT)
4. Formación y cooperación (Outreach and Capacity Building – OCB).
Por tanto, el GBIF se concibe como una red de bases de
datos interconectadas y que pretende ser una herramienta básica en la
investigación científica. De este modo queda patente el conocimiento sobre la
diversidad del planeta, que según Arturo Ariño miembro del GBIF: “Por los datos de que disponemos hasta ahora, se han
catalogado unos dos millones de especies, que representan el 10% del total
estimado. Asimismo, menos del 4% corresponde a vertebrados, un
grupo muy estudiado (más de la mitad de los datos primarios) que, sin embargo,
es minoritario en la Tierra en cuanto a variedad”.
La biodiversidad se pierde al modificar los hábitats a
que los seres vivos se han adaptado. Esto se debe en muchos casos a la acción
del hombre como por ejemplo las talas incontroladas, la contaminación o
determinadas prácticas agrarias.
Como hay muchas especies que no han sido catalogadas su desaparición
nos puede pasar desapercibida. Podemos pensar que salvo a los biólogos
ambientales y a los ecologistas radicales a nadie le importan estos hechos. Sin
embargo, debido a la interrelación de los seres vivos nos puede llegar a
afectar de manera directa. No soy
ninguna experta en la materia, sino tan solo una científica curiosa, y recuerdo
el caso del mejillón cebra en el Ebro. Es una especia que no se encontraba en
este río y que debió venir pegada en la parte inferior de un bote que luego
navegó por el Ebro. El caso es que el mejillón cebra se comía el alimento de
otras especies autóctonas, que hasta ese momento no habían tenido que competir
por la comida, provocando su extinción y afectando a los hábitos pesqueros de
la zona. ¡Algo tan pequeño como un mejillón...!
A veces, cuando pienso en estos
temas medioambientales, se me plantea la
duda de hasta qué punto el hombre ayuda con organismos tipo el GBIF o
más bien lo estropea... Quiero decir que en los últimos tiempos, el hombre cada
vez más ha querido controlar el mundo en el que le rodea, y yo me pregunto
hasta qué punto es capaz... Me acuerdo de la novela Parque Jurásico en la que está inspirada la peli. Uno de los
personajes que más me gustan es el matemático, creo recordar que se llama
Malcolm. Desde el principio está convencido del fracaso del proyecto de los
dinosaurios, ¿por qué? Porque, según él, la naturaleza es incontrolable y
cuando parece que está todo bajo control, aparecen nuevas variables que
descompensan el sistema (parece teoría del caos, de la que ya hablaremos en
otra entrada). En la novela acaba teniendo razón y no solo porque uno de los
empleados del parque acabe siendo un traidor. Anterior a ese hecho, varios
dinosaurios han escapado de la isla subiéndose a los botes de suministro. Según
su científico creador no pueden sobrevivir porque han modificado sus organismo
para que sean deficientes en lisina. Pero resulta que los dinosaurios huidos
atacan granjas y se comen los pollos que son alimentos ricos en lisina...
Por eso, me pregunto: ¿dónde está el
límite? ¿Dónde está el límite de curar una vida y empieza el ensañamiento
terapéutico? ¿Cuál es el límite en que el hombre puede manipular la naturaleza
sin que esta se vuelva en su contra? Quizá me estoy volviendo demasiado
fatalista, pero pienso que a veces nos olvidamos de que no somos los creadores
del mundo. Quizá si tuviéramos una actitud más primitiva de asombro y de cierta
reverencia, de contemplación, no infringiríamos las leyes de la naturaleza dañando el planeta y a nosotros mismos. Quizá
si estuviéramos más convencidos de la dignidad humana trataríamos con más
respeto al propio hombre y al mundo que nos rodea.
Totalmente de acuerdo, creo que es necesario seguir repensando todos estos temas. Por eso, muchas gracias por escribirlo y hacer que nos preguntemos por ello.
ResponderEliminarCreo que el error es ver siempre siempre siempre a la especie humana como algo perturbador y ajeno a la naturaleza, cuando forma parte de ella. Aunque eso no quita que haya que tomar medidas para que la codicia de algunos no se lo cargue todo (porque hay mucha gente a la que le importa un pimiento el medio ambiente y sólo hacen aquello que no les incomoda o que no les quita beneficios).
ResponderEliminarMe gusta la reflexión acerca de Jurassic Park, y también lo del mejillón cebra, aunque lo miraría por el otro lado. Las especies cuya desaparición se carga un ecosistema se llaman especies clave, y son muy estudiadas, porque además no suelen coincidir con las que uno protegería de primeras (a veces son pájaros anodinos y feos en cuya presencia nadie cae). Ése es otro de los motivos por los que creo que asociaciones como GBIF deben existir, siempre que no estén ideologizadas o se pasen de radicales. Vamos, siempre que se acuerden que el ser humano no es un intruso dentro de este planeta.
Por fin un post que entiendo.
gracias a las dos: vuestros puntos de vista me dan en qué pensar... y eso siempre es bueno, jeje :)
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