Georges Lemaître es considerado
el padre de la teoría del Big Bang, actualmente aceptada por la comunidad
científica como origen del universo.
Georges
Lemaître vivió en una época en convulsión científica: la aparición de la física
cuántica había destronado la física como hasta entonces había sido concebida,
generando mucha inquietud e inseguridad entre los científicos. Lo que se había
creído como cierto toda la vida, resultaba que no era así, y que existían
pruebas que inamovibles que lo refutaban...
Lemaître
nació en una familia católica y estudió en los colegio de los Jesuitas. Si algo
le caracteriza ya en entonces, es una apasionada búsqueda de la verdad. Uno de
sus profesores le orientó hacia las matemáticas. Al llegar a la universidad, no
quería especializarse en unos estudios técnicos de ingeniería, y también se
matriculó en la Facultad de Filosofía.
Georges
Lemaître participó como voluntario en la Primera Guerra Mundial, tras la que
decide hacerse sacerdote. Es una idea que ha tenido desde niño pero que con sus
lecturas ha madurado, y nota que necesita dedicar, de vez en cuando, un tiempo
exclusivamente a Dios.
En
el seminario, conoce a través de un libro la teoría de la relatividad de
Einstein, y nada más ser ordenado sacerdote se va con una beca del gobierno
belga a profundizar en su estudio en el Cambridge Observatory, donde el
científico Eddington se convierte en su tutor. Lemaître empieza a hablar de la
expansión del universo y formuló la teoría de que el mundo estaba en expansión
exponencial con un pasado finito. Tenía mucho interés por el origen del cosmos,
lo que le llevó a seguir investigando. Así propuso que todo comenzaba en un
punto donde no tenían sentido las leyes físicas: el universo entraba en
expansión llenando el vació de las desitengraciones del átomo primitivo.
Lemaître
nunca encontró oposición en su vida entre ciencia y religión. Declarando en una
entrevista: «Me interesaba por la verdad desde el punto de vista de la
salvación tanto como por la verdad desde el punto de vista de la certeza científica.
Me parecía que había dos caminos que conducían a la verdad, y decidí seguir uno
y otro». Como decía su tutor y amigo Eddington: «En ciencia y en religión la
verdad ilumina al frente como un faro mostrando el camino; no pedimos
alcanzarla; es mucho mejor que nos sea permitido buscar»
¡Me encanta! Lo voy a tuitear ahora mismo... No me acordaba de que el señor que propuso la teoría del Big Bang fuera sacerdote. Y eso que mis amigos siempre empiezan mencionando el origen del universo para refutar mis argumentos sobre la creación del mundo... y luego hay peña que se mete con todos los que creen en Dios, y la Iglesia, y todo...
ResponderEliminarTe paso el link del blog del que he sacado la información:
ResponderEliminarhttp://georgeslemaitre.blogspot.com/
¡Gracias por el link!
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