Sobresaltos de día nuevo
he encontrado en las sábanas usadas:
tú ya no estás...
Te lanzaste al nuevo día
como depredador que hace presa,
y ni aún así te reveló su secreto.
Hace frío, el invierno retrasado
mira su reloj y aúlla airado.
Mas nada detiene los ideales
cuando son soñados,
y por ahí avanza,
pequeña figurilla,
a enfrentarse de nuevo
al nuevo día.
Melancolía que hieres
dulcemente al alma,
soñando soñares viejos,
recordando futuros sueños.
Te aposentas sin tocar la puerta,
no se te siente apenas
al avanzar el día.
Y ya la duda inquietante
se alza sobre la dicha,
¿quién la resolverá?
El tiempo se paraliza
hasta despertar en un sueño,
un sueño que es realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Cómo termina esta historia?