16 noviembre 2011

Me preocupa el medio ambiente


Sí, me preocupa mucho el medio ambiente. Pienso que tenemos que cambiar nuestra mentalidad para evitar seguir dañándolo o estropeándolo.
Este domingo 20 tenemos elecciones en España, y he aprovechado para leerme los programas electorales, especialmente los apartados de medio ambiente. He de decir que todos me han parecido muy interesantes. Otra cosa es que las medidas propuestas en ellos puedan ser aplicadas en tiempos de crisis. O, aunque no estuviéramos en crisis, si son viables a corto plazo. Porque una cosa es querer y otra poder, y es cierto que el medio ambiente no es un verso suelto, sino una variable dependiente de la economía y sociedad de nuestro mundo globalizado.

Al final se me ha ocurrido una especie de juego. A continuación voy a poner fragmentos de los programas electorales pero omitiendo el partido o la ideología. Así podremos ver las semejanzas/diferencias en la manera de ver el medio ambiente, y quizá (ojalá) nos formáramos nuestro criterio sin prejuicios.

Abajo sí indicaré de dónde he sacado la información. Y creo que no podré resistirme a dar mi propia valoración, que no es más que eso: mi valoración.

  1. Por una sociedad en la que desarrollo, progreso, innovación, competitividad y crecimiento deben producirse en coherente y responsable equilibrio con la preservación, recuperación y renovación del medio ambiente. Abordar el gran reto del cambio climático pasa por una apuesta decidida y responsable del modelo de sociedad y estado de bienestar que es necesario impulsar, y en el que el equilibrio entre la protección del medio ambiente y el desarrollo socio-económico debe producirse de forma constante.

  1. Sostenibilidad significa durabilidad: todo lo contrario del enfoque cortoplacista en el que se ha basado gran parte de nuestro crecimiento económico desde los años 90. La comunidad científica viene advirtiendo desde hace décadas sobre la estrecha interdependencia que existe entre la dimensión económica, la social y la ecológica de la acción del hombre. Una interdependencia, además, que vincula lo local a lo global, más allá de cualquier frontera, y, que exige una nueva aproximación a los conceptos tradicionales de progreso y bienestar.
    (...) queremos incorporar decididamente en nuestras propuestas un enfoque de sostenibilidad que garantice un progreso duradero y equitativo, dentro y fuera de nuestras fronteras. Se trata de fortalecer la necesaria responsabilidad de todos los ciudadanos, haciéndolos más conscientes de los efectos (económicos, sociales y ambientales) de su propio comportamiento, como empresarios, como consumidores, y como miembros de instituciones públicas.
    Necesitamos, cuanto antes, medidas que incentiven un uso eficiente de todos los recursos (energía, agua, materias primas, suelo, etc.), incorporando los costes asociados a su consumo y a su degradación en la Contabilidad Nacional y en los precios, mediante una adecuada reorientación de la fiscalidad.
    Podemos crear más y mejor empleo, contaminando menos y haciendo un uso más responsable de los recursos. Cada vez más, disponemos de respuestas tecnológicas que nos permiten consolidar el liderazgo internacional de los investigadores y de las empresas españolas en sectores muy dinámicos, ligados a la lucha contra el cambio climático y al cambio urgente en el modelo energético.
    En todas nuestras decisiones, tanto de producción como de consumo, deberíamos siempre perseguir el objetivo de alcanzar la máxima eficiencia en la utilización de los recursos. Por un lado, esto implica transformar los procesos productivos, para lograr que el uso de la energía, el agua, los materiales, etc. se reduzca a las mínimas cantidades necesarias. Y por otro lado, que los procesos de envasado, embalaje y transporte se optimicen para evitar la utilización de determinados materiales y para contribuir a reducir las cantidades de residuos. La eficiencia en la producción, pero también en el consumo a través de una utilización racional de los bienes materiales y su adecuación a las necesidades reales, debe ser uno de nuestros instrumentos para lograr una mayor sostenibilidad. Para ello, hay que fomentar el aprovechamiento de los bienes, evitar comportamientos de “usar y tirar”, que no tienen en cuenta los costes medioambientales de la fabricación de los productos, y optimizar el tratamiento de los residuos generados en todos los procesos de producción y consumo.
  2. La naturaleza está para satisfacer las legítimas necesidades del hombre, respetando el equilibrio inherente en ella misma. El medio ambiente es un bien para todos, sin embargo su uso debería implicar la responsabilidad con los pobres y las generaciones futuras y con toda la humanidad, mediante un uso inteligente y no sólo instrumental o arbitrario. El hombre interpreta y modela el ambiente natural mediante la cultura, orientada por su libertad responsable (...)
    Los problemas energéticos afectan considerablemente al desarrollo de los países pobres, ya que el acaparamiento de las fuentes impide o retrasa su crecimiento, mientras que la acumulación de recursos naturales causa, a menudo, situaciones de explotación y de injusticia. La comunidad internacional tiene el deber imprescindible de encontrar modos institucionales para ordenar el aprovechamiento de recursos no renovables con la participación también de países pobres y planificar así conjuntamente el futuro.
    Las sociedades más desarrolladas deberían asumir su responsabilidad con respecto al resto del planeta y especialmente de los países más desfavorecidos, adoptando políticas que disminuyan el gasto energético, difundan una mayor sensibilidad ecológica, mejoren la eficiencia energética y busquen energías alternativas.
    Todos deben tener los recursos necesarios para vivir dignamente con la ayuda de su trabajo e inventiva, y el medio ambiente. Internacionalmente, debería llegarse a un acuerdo pacífico sobre estos recursos.
    Se requieren políticas transparentes en el manejo de los recursos naturales, y la tarea económica de conseguir un uso más eficaz de recursos teniendo siempre presente que el concepto de eficiencia no es neutral.
    De manera, que habría que adoptar nuevos estilos de vida.

   4. Impulsaremos la participación de los ciudadanos en la protección y mejora del medio ambiente y en un        uso eficiente de los recursos naturales mediante el fomento de hábitos pro- ambientales, como el ahorro energético o el reciclaje de residuos. Impulsaremos la movilidad sostenible y la transferencia modal del transporte hacia formas más eficientes de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Abordaremos de forma conjunta las políticas de cambio climático, movilidad y calidad del aire para evitar contradicciones y mejorar su eficacia.
Convertiremos la eficiencia energética en un objetivo de la lucha contra el cambio climático, teniendo en cuenta que es además clave para la recuperación económica, la seguridad energética y la creación de empleo.
1.Programa electoral para elecciones 2011
2. Programa electoral para elecciones 2011
4. Programa electoral para elecciones 2011


3. Encíclica Caritas in veritate de Benedicto XVI


¿Adónde quiero llegar? A que todos, independientemente de nuestra ideología, podemos aportar en hacer un mundo mejor. a que, a veces, nos cegamos con prejuicios y dejamos de escuchar propuestas muy razonables.
Podría haber hecho lo mismo con la economía, el trabajo, etc. porque Benedicto XVI en su última encíclica trata de todos esos temas. Me he inclinado por el medio ambiente porque ya he dicho que me preocupa. No puedo resistirme a añadir lo que he "quitado" de la encíclica: que el modo en que el hombre trata a la naturaleza es reflejo de como se trata a sí mismo, y viceversa. Por eso, Benedicto XVI habla, dentro de ecología, del derecho a la vida del ser humano y el derecho a la muerte natural. 
¿Por qué? Porque si no valoramos suficiente al ser humano como para darle los derechos básicos, ¿cómo podemos plantearnos siquiera tratar de detener el cambio climático o la contaminación? Si no existe el derecho a la vida, ¿para qué preocuparse del medio ambiente?
Pero si existe este derecho, y lo respetamos, cuidar el planeta adquiere un nuevo sentido: estamos en la línea del progreso, no sólo de nuestra generación, sino de las generaciones futuras.

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