Este verano estuve en el CIMA en
un laboratorio de genética molecular. Para mí fue un gran descubrimiento porque
durante la carrera me he acostumbrado a trabajar con materiales inertes, y de
repente manejar material vivo me parecía alucinante. Quizá porque empleábamos
técnicas muy parecidas en ambos casos, y sin embargo, en el segundo, las
células seguían estando vivas...
Voy
a contar mi experiencia con un par de técnicas. Lo que quiero transmitir es mi
pasmo por la ingeniosidad que está detrás de ellas, y no tanto la técnica en sí
misma.
Por
ejemplo, alguna vez me tocó extraer RNA.
El ARN nos puede sonar más o menos... (es la expresión del ADN para que a
partir de él se puedan sintetizar proteínas necesarias para la vida). Para poder
extraer el RNA necesitamos romper la célula, y se utilizaba una solución que
llamaban TriReagent, después se congelaba la muestra a -80ºC, o bien, se
comienza directamente la extracción añadiendo cloroformo. Se le deja actuar
durante 15 minutos, y luego se centrifuga (es como una lavadora, para los no
entendidos). Entonces obtenemos en el eppendorf (un tubo de plástico) tres
fases o capas: abajo quedan las proteínas por ser más pesadas, la capa
intermedia o interfase contiene el ADN, y la capa acuosa superior el RNA.
Extraemos la fase acuosa a otro eppendorf y añadimos isopropanol para que
precipite el RNA. Una vez más, dejamos que actúe, centrifugamos y esta vez nos
quedamos con el mini precipitado de color blanquecino: ya tenemos el RNA. Ahora
se procede a lavarlo con etanol, y luego lo preparamos para obtener a partir de
él ADN, que permitirá estudiar las características genéticas de la célula. ¿No
es una pasada?
Había
un investigador que preparaba su proyecto de fin de máster y estudiaba una
proteína indicadora, si estaba activada, de reacción inmunológica comienzo de
la enfermedad estudiada. La forma activa de la proteína (y la que realmente
interesaba) estaba fosforilada. Por tanto, lo que se hacía era un Western Blot
de la proteína total y de la proteína fosforilada para conocer la cantidad de
proteína activa.
Un
Western Blot es una electroforesis en gel de agarosa: se aplica corriente al
gel, y las proteínas se cargan en función de su tamaño. El gel de agarosa es
como una red muy entrecruzada, de manera que según la carga o tamaño de las
proteínas estas se desplazarán más o menos en el gel. Luego, mediante una
fuerte corriente eléctrica se transfieren las proteínas a una membrana
especial. Es especial porque se ha incubado con un anticuerpo de la proteína
(para que solo ella esté presente) y con leche (tiene muchas proteínas que
bloquean los otros sitios activos del anticuerpo, y así nos aseguramos de tener
únicamente la proteína que queremos). El anticuerpo está marcado con
peroxidasa, para que podamos revelar y observando las bandas cuantificar la
proteína.
Ya
he dicho que las enfermedades que estudiaban suelen estar relacionadas con el
sistema inmune, por eso, estudiaban los linfocitos del bazo del ratón. Los
marcaban con un fluorocromo que es una molécula que cuando se une al linfocito
emite fluorescencia pero cuando está suelta no. Se medía el pH de los
linfocitos por medio de esta molécula y de otra: un ionóforo: rompe la membrana
de la célula de manera que el pH exterior es igual al pH interior, permitiendo
hacer una recta de calibrado. Era interesante medir el pH porque si era
superior a 7,6 indicaba que los linfocitos estaban activados, y si era inferior
a 6,9 indicaba apoptosis (muerte celular).
Me
gustó mi estancia en el CIMA, pero no me gustaría dedicarme a la investigación
biomédica y dedicarme a sacar sangre o extraer bazo...
¡Ey, la primera técnica es la que uso yo en mi proyecto fin de carrera! Eso sí, luego el experimento sigue, pero ésa es la primera fase. Western-Blot he hecho en prácticas alguno, pero me parece más aburrido.
ResponderEliminarYo prefiero sacar sangre a ratón o extraerle el bazo que hacerlo con personas.