23 abril 2012

Orígenes


Soy una chica urbana
nacida sobre el asfalto,
habituada a ruidos electrónicos
y música de claxones.

Pero aunque me envolvía
el olor neutro y aséptico
del hospital, yo respiraba
otros aires que venían solo
de un poco más lejos.

Olía a vaca y a estiércol,
al marrano de San Mateo
y al caballo Rubio,
y veía (sin ver) la casa
de persianas verdes
donde se crió mi abuelo.
En la primera bocanada
no llené mis pulmones
de médicos y paredes
blancas, sino de tierra
mojada y verde asturiana.
Quizá ya soñaba con la
mina de oro del bisabuelo
de Arizona, o con Pelayo
y las montañas de la
muy querida Covadonga.

Kilómetros de ida,
kilómetros de vuelta,
para recorrer la tierra
de mis antepasados.
Para escuchar el mar
en los acantilados,
para subir montañas,
para cantar el Asturias
de mis amores.

Para destaponarse los
oídos y curarse las otitis,
y aprender los túneles
de antes y después del
Negrón. Para ver la
no-necesidad de ese paraíso
todo verde, todo lluvia
de Asturias, que es mi patria
aunque en ella no viva.

Con la leche materna
heredé las expresiones
arcaicas de bable de aldea
y me prestó probar la sidra
escanciada en una finca
y procurar no mancarme
cuando aprendí a patinar.

¿Y qué si no viví allí?
Mi madre y mi abuela
me hicieron asturiana
a base de canciones.
En mi sangre siento
latir la revolución
de la Reconquista
y oigo los tronares
de las piedras de la
batalla del 722.

Y es que Asturias
es mi patria, y Oviedo
mi capital. Y quien
me lo niegue no
es asturiano,
¡y es pura envidia
que le da!

2 comentarios:

  1. PUXA ASTURIES!!!! (Sugerencia: Reenvía el link a Miguel)

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  2. PUXA ASTURIES!!! (Lo haré de tu parte... ;)

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